sábado, 4 de diciembre de 2021

Los chalecos amarillos


Un chaleco amarillo gigantesco cuelga de un balcón de Nantes, justo antes de llegar a un portal en el que aparece una gran pancarta en la que puede leerse "Maison du peolpe. Nantes" sobre la entrada de un viejo edificio de hormión, antiguo colegio católico, abandonado.  El movimiento que puso entre las cuerdas a Macron no ha muerto.
 Los artículos de la prensa, los reportajes, las entrevistas nos hacían pensar en algo heterogéneo y poco compacto, movido solo por un objetivo.
  A los proletarios, obreros y empleados asalariados o personas en paro se unían algunos miembros de la pequeña burguesía, especialmente autónomos, artesanos y grupos de campesinos, e incluso algunos intelectuales y pequeños empresarios. La presencia de mujeres y jubilados tuvo más importancia de la habitual en las movilizaciones.

En principio esta variedad debiera haber destruido o agotado el movimiento pero no lo hizo por la razón de que comparten puntos comunes que han hecho posible su convergencia. Son las víctimas de las políticas austericidas llevadas a cabo por todos los gobiernos desde hace cuarenta años. Estas se han traducido para ellas en la degradación de sus condiciones de empleo, de trabajo y de remuneración; en la dificultad creciente para “reunir dos sueldos a final de mes”; en la angustia creciente respecto al mañana para sí y los suyos (sobre todo los hijos); en la degradación o incluso la desaparición de los servicios públicos y equipamientos colectivos a los que apenas podían acceder; en el sentimiento de no sentirse ya representados (tomados en cuenta o consideración) por nadie (sobre todo las organizaciones sindicales, profesionales y políticas), salvo por algunos alcaldes (aunque estos tienen cada vez menos poder); por el sentimiento de estar abandonados y dejados a su albur y de estar francamente despreciados, por los gobernantes que solo tienen ojos, oídos y voz, para ¡”los primeros de la fila”!

Sin embargo estos "descamisados" aun disponen de esta fuerza colectiva que es la solidaridad local, basada en los vínculos de parentesco y vecindad, hecha de conocimiento y reconocimiento recíprocos, y también de una “economía subterránea” de colaboración; de intercambio de servicios de donaciones recíprocas, que asegura, más allá de la supervivencia, la posibilidad de “ir tirando”, Sin eso, no se explicaría que hombres y mujeres hayan participado en las operaciones realizadas por los “chalecos amarillos”, en la frialdad de noviembre durante varios días, y más de diez en ciertos casos.

La segunda característica sociológica notable del movimiento es su localización en el área rural peri-urbana. 
Eso es porque a las categorías sociales antes citadas cada vez se les expulsa más de los centros urbanos e incluso de las periferias urbanas más cercanas debido al aumento de precios de los alquileres y de las viviendas urbanas y a la expansión espacial de las ciudades (desarrollo rural-urbano). Por otra parte, en este espacio, la dependencia respecto al automóvil individual es máxima: se necesita al menos un automóvil por hogar, no solo para ir al trabajo, sino también para hacer las compras, llevar a los niños a la escuela y a las actividades complementarias, ir al médico, realizar las gestiones administrativas indispensables, participar en las actividades asociativas locales, etc., dada la concentración creciente de los equipamientos y los servicios, privados o públicos, en los centros de las periferias urbanas, por la ausencia o carencia de medios de transporte colectivo, por la preferencia concedida a la vivienda individual que favorece la dispersión del hábitat.

De ahí, el carácter obligatorio de los gastos en carburantes para estos hogares y en consecuencia, vista su precariedad presupuestaria, la extrema sensibilidad de estas personas respecto a su precio. Son sus aumentos continuos en el transcurso de los últimos meses, siguiendo el precio del petróleo en el mercado mundial y el anuncio de su próximo aumento ( el 1 de enero: 6,5 céntimos el litro de gasoil, 2,9 céntimos el litro de gasolina sin plomo de 95) derivado de la elevación del impuesto interior de consumo de productos energéticos (TICPE) que ha significado la ¡gota que colma el vaso! Tanto más que, dado que el gasoil ha estado durante mucho tiempo subvencionado respecto a otros carburantes, el parque de automóviles individuales supone aún hoy más del 60% de vehículos con motor diésel. De ahí la opción de sus formas de actuar (bloquear o filtrar la circulación de automóviles para sensibilizar a los conductores) y la elección del símbolo de convocatoria (el chaleco amarillo).

La composición sociológica del movimiento basta en esencia para explicar los límites originales en el terreno político e ideológico. Sus reivindicaciones inmediatas se han limitado a exigir una reducción del precios de los carburantes, sobre todo de los impuestos que configuran el 60% del precio. Pero esta dimensión anti fiscal no ha considerado más que una parte ínfima de la política fiscal del gobierno. Sin criticarla en su conjunto; sobre todo el aumento de la fiscalidad indirecta por encima de la directa, y en este contexto la fiscalidad sobre los ingresos del trabajo más que la de los ingresos del capital, por lo tanto los ingresos mayores y de las grandes fortunas: así, la reducción del tipo del impuesto de sociedades (las empresas), el tipo fijo sobre los ingresos del capital, la supresión de los tipos superiores del impuesto sobre la renta (IRPP), la supresión del impuesto de solidaridad sobre los grandes patrimonios (IRF). Y los “chalecos amarillos” no desafiaron de inmediato el efecto de los ingresos fiscales (la vertiente de los gastos públicos) que aún beneficiaban al capital (veamos por ejemplo el crédito competitividad-empleo -CICE- de un total aproximado de 110.000 millones en cinco años) en detrimento del trabajo (los recortes claros en la financiación de los servicios públicos y equipamientos colectivos, del que una parte constituye la porción socializada del salario). Pero parecidos límites no sorprendían a priori a partes de la población que no han tenido hasta hoy , en su mayoría, ninguna experiencia ni formación política y que por tanto era a menudo su primera movilización reivindicativa.

Fue argumentando con semejantes límites inmediatos como se han hecho oír diferentes voces para desacreditar el movimiento, o al menos, para arrojar sospechas sobre él. Dejemos el desprecio ordinario de los “primeros de la fila” por el “bajo pueblo”. Más sorprendentes e inquietantes han sido las voces provenientes de la izquierda o incluso de la extrema izquierda. El movimiento ha sido así calificado de poujadiste. En la segunda mitad de los 50, el poujadisme fue un movimiento compuesto por elementos de la pequeña burguesía (especialmente comerciante) y del pequeño capital amenazado por la penetración del gran capital (convertido en oligopolista) en ciertos sectores de la industria , del comercio y de los servicios, así como por el despliegue de instituciones características del compromiso fordista entre capital y trabajo asalariado (principalmente la Seguridad Social). En tanto que el movimiento actual está dominado por elementos del proletariado amenazados por el desmantelamiento continuo de las conquistas del compromiso fordista. Único punto común: el antifiscalismo; pero mientras que eso fue un elemento esencial para el movimiento poujadiste, el movimiento actual de los “chalecos amarillos”, lo ha superado, como veremos más adelante.

Nuestras “almas cándidas” de izquierda y de una parte de la extrema izquierda han acusado a este movimiento de haber sido arrastrado por la derecha dura y la extrema derecha. Tales acusaciones han sido difundidas basándose en la observación de objetivos, eslóganes o comportamientos sexistas y racistas en el seno de los colectivos de “chalecos amarillos”; de la presencia en los colectivos de símbolos o marcadores de la derecha o la extrema derecha nacionalista (la bandera tricolor, la Marsellesa); del apoyo inmediato obtenido por ellos, proveniente de los líderes de la extrema derecha o de la derecha extrema (Le Pen, Dupont-Aignan, Vauquiez) tendente a recuperarlo para sus propios fines y a la participación de militantes de la extrema derecha en alguno de sus colectivos.

Aunque en múltiples ocasiones los “chalecos amarillos” hayan declarado reivindicarse como “apolíticos” (ciertamente el apoliticismo es más bien de derecha), respondamos al menos a las acusaciones precedentes. Aparte de que los actos y expresiones racistas o sexistas han quedado en minoría en su seno, los “chalecos amarillos” no tienen por desgracia el monopolio del sexismo o del racismo. Desde este punto de vista, los militantes y organizaciones de izquierda y de extrema izquierda, tendrían que desembarazarse de su propia basura. Además, esperar que un movimiento popular espontaneo sea ideológicamente puro para apoyarlo e intervenir en él, es condenarse a la impotencia y poner el carro delante de los bueyes: exigir como punto de partida lo que solo puede ser un punto de llegada. Por otra parte, es discutible hacer de la bandera tricolor y la Marsellesa marcas solo de la derecha o extrema derecha nacionalista: podemos también recordar la herencia revolucionaria que conlleva, la única disponible de personas privadas de cualquier otra herencia revolucionaria. Finalmente, y sobre todo, no es tanto la presencia de elementos de la derecha y la extrema nacionalistas en el movimiento de los “chalecos amarillos” por lo que hay que alarmarse es por la ausencia de la izquierda y la extrema izquierda que sirva de contrapeso para expulsarlos del movimiento.

En su conjunto, estas organizaciones se han mantenido en efecto al margen de este movimiento, al menos en el primer momento. En el ámbito político, hemos asistido a un sostén de boquilla por parte del PS (aún no recuperado de su colapso del año pasado) y del PC (ocupado en su congreso), a un apoyo más claro por parte de la FI, del NPA o de AL (Alternativa libertaria) aunque sin llamar a una participación masiva al movimiento -excepción hecha de algunas individualidades (Ruffin,Besancenot, Poutou). En cuanto a las organizaciones sindicales, han presentado un gradiente de actitudes yendo de la indiferencia a la franca desconfianza englobando la hostilidad (el adorno anticuado como es habitual en la CFDT, cuyo secretario general habría visto en ello “una forma de totalitarismo”)- excepto algunas estructuras locales o federales (CGT metalurgia, Sud industria, SUD PTT, FO Transports) y, por supuesto, las de sus militantes o miembros que muy rápidamente, al contrario, tomaron la opción opuesta.

Las razones de tal actitud son múltiples. Han tomado en consideración las críticas precedentes del movimiento, emparejadas con la acusación de moverse en favor del patronato…del sector del transporte por carretera, que ha sostenido al movimiento por el hecho de emplear su reivindicación primordial, antes de retractarse rápidamente protestando contra los bloqueos de carreteras. Más profundamente, hay sin duda que incriminar la hostilidad de inicio respecto a los movimientos sociales espontáneos (el movimiento de los “chalecos amarillos” partió de una petición que circuló en las “redes sociales”) por parte de los estados mayores que tienen la costumbre de hacer desfilar sus tropas solo dónde y cuándo ellos deciden. Finalmente, hay que señalar su extemporaneidad respecto a toda esta parte de las capas populares en la que estas organizaciones no tienen (ya) ninguna implantación y que ha llegado a serle tan extraña e invisible como ésta resulta para el poder. Lo que dice mucho sobre su falta de anclaje en el “país real” y ha valido a estas pretendidas vanguardias encontrarse arrastradas por un movimiento popular, al menos en sus inicios.

Evidentemente, similar actitud es no solo un error sino una falta política grave. El movimiento de los “chalecos amarillos” es por supuesto complejo, compartido entre tendencias divergentes, acrecido de probables contrarios. Su plataforma reivindicativa inicial era pobre y su horizonte político limitado (por no decir inexistente). Pero su potencial de lucha era y es enorme. Como ya lo ha probado la primera y la ampliación del segundo. Y esta es precisamente la misión de las organizaciones sindicales y políticas anticapitalistas de intervenir en su seno y en sus márgenes para ampliar y acelerar ese doble proceso y orientar al movimiento en un sentido globalmente favorable a los intereses de clase de sus miembros. Queda por determinar como.

Sobre todo no intervenir como donantes de lecciones y, aún menos, dando la impresión de querer recuperar el movimiento en favor de una organización cualquiera o de un programa político concreto. Defender, al contrario, la autonomía total del movimiento respecto al exterior y la democracia interna. Y contentarse con defender en su seno, un cierto número de propuestas entre las cuales dejo estas siguientes para la discusión.

En cuanto a las formas de organización. Promover la democracia asamblearia en los colectivos. Hacer de cada reunión un lugar de discusión y deliberación. Defender la autonomía de los colectivos locales aunque argumentando por la mayor coordinación posible entre los colectivos locales en términos de una base territorial definida por ellos. Mandatar estrictamente a los delegados para las coordinaciones en cuestión. No aceptar la institución de denominados representantes nacionales encargados de negociar con el gobierno. Pero buscar, tanto como sea posible, favorecer los lazos con las organizaciones y movimientos que se hayan declarado favorables al movimiento y que lo hayan apoyado, sin tentativas de instrumentalización de una u otro, empezando por aquellas (principalmente organizaciones sindicales y movimientos estudiantiles) que ya se han comprometido en acciones reivindicativas en su propio campo. Pues el potencial de descontento y de revuelta es inmenso en el conjunto del país, como lo probaron el sábado 1 de diciembre las escenas tumultuarias en París pero también en otros lugares (Marsella, Saint-Étienne, Le-Puy-en-Velay, Tours), que no han sido hechas por los “destructores” habituales.

Respecto al contenido reivindicativo. Proponer la elaboración de una plataformas reivindicativa que integre las reivindicaciones inmediatas aunque defendiendo la necesidad de ampliarlas y profundizarlas. A guisa de ejemplo:

-Reducción inmediata del precio de los carburantes mediante el TICPE, que constituye actualmente la cuarta fuente de ingresos fiscales del Estado (tras el TVA -IVA-, el IRPP -IRPF- y el IS). Institución de un precio administrado como forma de evitar deslizamientos de precios;

-Clara revalorización de los principales ingresos de los que viven las capas populares movilizadas: llevar el SMIC -SMIG- y las pensiones de jubilación al nivel del salario medio actual (en torno a 1700€); revalorización equivalente del conjunto de prestaciones sociales; llevar los minima sociales por encima del actual umbral de pobreza ( por ejemplo a los 1200€).

-Adopción y despliegue urgente de un plan de lucha contra la pobreza.

-Realojamiento de todos los SDF en las viviendas vacantes como ya autoriza la ley.

-Instaurar una limitación de alquileres. Lanzamiento de un programa plurianual de aislamiento del conjunto de viviendas, sociales o no, financiado con fondos públicos, comenzando por los ocupados por familias con precariedad energética.

-Reducción de la fiscalidad indirecta (por ejemplo, ampliación de la cesta de bienes y servicio sometidos a una TVA -IVA- reducido con imposición de un precio máximo, para evitar que los comerciantes se embolsen la diferencia).

-Reducción de la fiscalidad directa que grava el trabajo (por ejemplo, las tasas de la CSG). Aumento de la fiscalidad directa sobre el capital, las rentas elevadas y las grandes fortunas: restablecimiento de las franjas superiores del IRPP; aumento de los tipos impositivos de los ingresos de la propiedad bajo protección social; elevados impuestos sobre la parte de beneficios distribuidos en forma de dividendos; aumento de los tipos del IS; restablecimiento del ISF; supresión del CICE y del conjunto de nichos fiscales, cuyo total será orientado para financiar diferentes medidas ecológicas y sociales previamente enunciadas.

-Adopción de una moratoria sobre la deuda pública. Apertura de un procedimiento de auditoria de esta deuda para determinar su parte ilegítima que no será reembolsada.

-Elaboración de una cuaderno reivindicativo contra la degradación de los servicios públicos e, inversamente, para el refuerzo de dichos servicios, sobre todo en materia de transportes (reapertura de lineas locales de ferrocarril cerradas, gratuidad de los transportes colectivos), de salud (institución de un período de presencia obligatoria de jóvenes médicos en los desiertos médicos, reapertura de hospitales y servicios hospitalarios cerrados, dotándoles de medios suplementarios) y de educación (ningún cierre de aulas en la primaria, institución de una distancia mínima a recorrer por los estudiantes de secundaria y puesta en funcionamiento de recogida escolar sistemática, de medios suplementarios para las actividades extraescolares.

-Supresión del conjunto de medidas destinadas al desmantelamiento de la protección social: supresión de las medidas de copago de medicinas; plan de urgencia para dotar a los hospitales públicos de medios suplementarios y abandono de toda subvención a las clínicas privadas; instauración de un derecho a la jubilación para todos después de 30 años de actividad basado en el 75% del mejor ingreso bruto limitado a dos veces el SMIC

En cuanto a las formas de acción. Sin abandonar las operaciones de bloqueo o de filtración de la circulación automóvil a las entradas de las ciudades (para discutir con los conductores, incitarlos a juntarse al movimiento, hacerles conocer las reivindicaciones) adoptar formas de acción adaptadas a las anteriores reivindicaciones (por ejemplo, bloqueo u ocupación de los servicios públicos para apoyar las reivindicaciones del personal de esos servicios e informar a los usuarios de tales reivindicaciones; incidencia en los alcaldes, los consejos departamentales y regionales, las permanencias de los diputados y senadores para obligarlos a reforzar las anteriores reivindicaciones.

Pero, sobre todo, me parece necesario privilegiar las actuaciones descentralizadas pero coordinadas en las provincias más que las acciones centralizadas en París: para permitir al máximo de personas implicarse; para permitir a los colectivos locales dominar sus decisiones y su calendario; para paralizar progresivamente el país; para agotar al gobierno y sus “fuerzas del orden” obligándoles a multiplicar sus puntos de intervención y su desplazamiento.

Más allá de las propuestas precedentes, que pueden y han de ser debatidas colectivamente en el seno del movimiento, hay sobre todo la necesidad y la urgencia de intervenir en el seno de éste para permitirle ir lo más lejos posible lo que no ha de discutirse en el seno de las organizaciones sindicales y políticas anticapitalistas. Y, cualquiera que sea su salida, este movimiento habrá revelado la existencia de un inmenso campo de capas populares que debe constituir una auténtica tierra de misión para esas organizaciones en los meses y años venideros. Sin ello, no habrá que sorprenderse y quejarse por ver a esas capas populares ceder aún un poco más a los cantos de sirena de la extrema derecha que sabrán, por su parte, atizar el resentimiento y sembrar la xenofobia y el racismo y favorecer con ello el repliegue identitario.

martes, 2 de noviembre de 2021

Geología aplicada

Una de los conocimientos que me ha resultado más útil en la vida ha sido el que ha venido de la mano de mis nociones básicas, muy básicas, de Geología. 
Además  de la fascinación que provoca pensar en esos  4.500 millones de años que tiene nuestro Planeta, un tiempo tan largo que no puede ser medido en escalas históricas como años, siglos y milenios, sino que hay que recurrir a medidas como supereones, eones o eras; medidas que, no me lo pueden negar, están cargadas de poesía; además del asombro que provocan todas esas explosiones, esas tormentas, esas heladas, esas extinciones y esas regeneraciones:  el hecho de que el agua de los oceanos tenga millones de años, que nosotros vengamos de un polvo que vino encerrado en un meteorito...; además de la parte poética que ya bastaría para considerar este conocimiento como muy necesario, también ha tenido una parte prática importantísima, decisiva en mi comprensión del mundo.
  Lo de los eones es algo tan prodigioso que no me resisto a nombrarlos:
El supereón  Precámbrico fue la etapa más larga dela
historia de la Tierra (el 88 % de su existencia) y engloba los tres primero eones. Luego los eones están formados por eras geológicas.  Qué locura todos esos acontecimientos geológicos y biológicos
El eón Hadeico fue el infierno de la Tierra porque todo estaba al rojo vivo. Donde ahora está mi casa había un lago de lava. El aire era irrespirable y no había una criatura viviente.  Sucedió entre hace  casi cinco  y cuatro mil millones de año. 
Una gran colisión de la Tierra con otro objeto celeste formó la Luna. Una que no logra imaginar el estallido de la Isla de Tera, la actual Santorini, o la de Krakatoa, que fueron  unos lanzamietos de toneladas de piedra a unos cuarenta quilómetros de altura,  se queda sin palabras ante lo
que debió ser la formación de la Luna. Luego en el eón Arcaico se solidificó el núcleo interno de  la Tierra y se generó un campo magnético. Se produjo un acontecimiento llamado “bombardeo intenso tardío” que fue un bombardeo de meteoritos. Algunos sostienen que estos contenían unas partículas de sal en cuyo interior estaba el germen de la vida. Aquí surgieron las primeras moléculas de ácido ribonucleicos y las primeras formas de vida, arqueas o arqueobacterias. Al final de este eón se estabilizaron
los llamados cratones, que eran trozos  de masas continentales que han permanecido estables, pues no han sufrido procesos orogénicos, hasta nuestros días.
Durante el eón Proterozoico, andamos por los 2.500 millones de años hasta unos 500 millones la atmósfera cada vez tuvo más oxígeno, y aparecieron las primeras formas unicelulares complejas capaces de metabolizar el oxígeno y al final de este eón aparecen los primeros organismos pluricelulares, huellas de
animales vermiformes (forma de gusano), así como las primeras esponjas Durante este eón se forman distintos depósitos volcánicos
y sedimentarios y se genera un súper continente, conocido como Pangea . Al final de este eón se produce una gran glaciación a escala global, que casi termina con la vida en el planeta.

El eón Fanerozoico es el nuestro, comenzó hace 542 millones de años y llega a la actualidad. Nuestra historia desde que conocemos la escritura, dejemos de lado nuestra evolución de los primates, tiene cinco mil años...
 
 ¿Por qué ha tenido esto una utilidad práctica para mí? 
  Muy sencillo.
Está siempre presente  cuando alguien me pregunta ¿Tú no sabes con quién estás hablando, verdad?
Ya ves si lo sé...

domingo, 31 de octubre de 2021

Los tórridos parientes franceses.


El furor genital de los Borbones no es algo que se le ha aparecido al Campechano o que el Preparao se encargue de pregonar que a él no le afecta. 
 Estas Crónicas borbónicas se van a encargar de demostrar que mientras haya un Borbón, habrá trapicheos, hijos bastardos, perversiones y otros asuntos oscuros.
 Y para ello vamos a empezar por los parientes franceses. Los que nos dejaron el "regalo".

Le Bourbonais fue una provincia histórica del centro de Francia, actual departamento de Allier y parte del departamento de Cher. La provincia subsistió como tal hasta 1790 cuando, después de la revolución, se realizó la nueva división administrativa del país. Entre el 913 y 1327 el señor feudal que dominaba dicha región (el Borbonés) fue conocido como Señor de Borbón, título que se aplicó durante ese periodo a todos los descendientes del clan familiar. Este señorío fue vasallo de Carlomagno.
  El rey Luis VI el Gordo, desdendiente de los Capetos, prefirió a los Borbones, que no eran nobles, como consejeros y vasallos directos suyos. Luego el rey Carlos III el Simple, les entregó algunos feudos y fortalezas en pago a su gran fidelidad. Fue así como Aymar de Bourbon adquirió el castillo de Borbón y lo dejó en herencia a su hijo y luego lo recibió su nieto. ue recibió su hijo Aymón, y después el hijo de este.
 La dinastía Capeto, la más antigua dinastía real de Europa, extendió sus tentáculos por  todo el continente europeo y sirvió para dar sustento a las casas reales de casi la mitad de Europa.

Total unas 25 ramas, de la que tenemos el gusto de participar con nuestro querido Preparao.

El primer rey Borbón de Francia fue Enrique III, rey de Navarra, que asumió el trono de Francia como Enrique IV.

Enrique IV

Reinó en Francia entre finales del siglo XVI y principios del XVII. Para situarlo fue el rey de las luchas entre católicos y calvinistas, o hugonotes y el que al  reconocer el catolicismo como religión de estado pronunció  la legendaria frase "París bien vale una misa"

 De su matrimonio con Margarita de Valois no tuvo hijos, por lo que el matrimonio se anuló. Se casó entonces , con la florentina María de Médicis, con quien tuvo seis hijos, el mayor Luis XIII, sería el padre del Rey Sol, abuelo este de nuestro primer Borbón.

El rey Enrique IV murió apuñalado y luego en la Revolución Francesa su estatua fue destruída y sus restos desmembrados junto a los de los otros reyes enterrados en la Basílica de Saint-Denis. Su calavera fue comprada unos años más tarde en una subasta y trás muchos avatares la tiene hoy Luis Alfonso de Borbón a quién fue denagada su inhumación en la Saint-Dennis Unos genetistas, en 2013, han demostrado que don Luis Alfonso lleva conservando durante años una calavera vete tú a saber de quién

A los seis hijos que tuvo con su esposa hay que añadir 11 hijos ilegítimos que fueron colocados como duques, abades y abadesas.

Una de sus amantes le ayudó en las guerras de los hugonotes y el rey le prometió matrimonio, pero terminada la guerra pensó que no la amaba lo suficiente, cosa que no sucedió con Gabrielle de Estrées, con quien si pensó en anular su matrimonio con Margarita de Valois. Pero la pobre Gabrielle, para alivio de Margarita, murió por comer algo en malas condiciones.

Este triunfo de Margarita no iba a durar porque al no tener hijos se anuló el matrimonio por el Papa y el rey se volvió a casar con la Médici.




Nupcias de María de Médici con Enrique IV de Francia (1600).

Catalina Enriqueta de Balzac d'Entragues fue la siguiente amante. El rey hizo que su esposa conviviera y conociera a sus amantes. 
María de Médicis llamaba a Catalina Enriqueta "esa puta", cuando se cruzba con ella en el palacio.
Un lugar, parece ser, bastante elegante...

Las infidelidades de un rey incapaz de saciarse sexualmente solo cesarían con su muerte cuando el 14 de mayo de 1610 el fanático católico François Ravaillac lo asesinó de dos puñaladas, dejando viuda a su mujer y 17 huérfanos entre legítimos y bastardos.

A Enrique VI le sucedió Luis XIII, llamado el Justo. 
Reinó desde principios hasta mediados del siglo XVII

Luis XIII  
no tuvo bastardos, no porque fuese un rey comedido, sino porque su larga lista de amantes fueron masculinos.

El rey era tartamudo y poco agraciado físicamente. Cuenta el historiador De Prade que el rey tenía una lengua tan gorda y tan grande que cuando se le salía de la boca no la podía retirar y se veía obligado a meterla en la boca de nuevo con los dedos.

La madre, María de Médicis, que había sido regente, arregló la boda con la infanta española Ana de Austria. Las dificultades matrimoniales para tener hijos fueron la comidilla de la corte.

Hay que subrayar que el rey cuando se casó tenía 14 años y 14 años tenía Ana. El rey , poco interesado en el sexo femenino tardó años en consumar su matrimonio . La reina Ana quedó embarazada a los seis años de matrimonio pero y perdió la criatura. 
  Debido a los amoríos de su esposo con diversos galanes de la corte francesa, Ana se retiró a su castillo de Val-de-Grâce, en el que permaneció varios años, hasta  la razón de estado la hizo reconciliarse con Luis XIII, y regresó a París.

Cuando murió su esposo fue regente y nombró al famoso Cardenal Mazarino como presidente del Consejo Real . Quién haya leído o visto Los tres mosqueteros, se acordará del Cardenal Richelieu,  primer ministro de Francia en tiempos de Luis XIII.  Mazarino fue su sucesor
Alejandro Dumas convertiría a la reina Ana de Austria en protagonista de su célebre obra Los tres mosqueteros: la guerra de los 30 años cuyo final supondría el principio del fin del dominio español en Europa y los trapicheos de Ana con su hermano, el rey Austria español, Felipe IV, y el cardenal Richelieu son el fondo de la gran novela de Dumas. 
  Ana acabaría aislada en la propia corte, ignorada, sobre todo por su marido, y fue durante este aislamiento cuando  ocurrió el milagro que lo cambió todo: el embarazo de la reina. Era el año 1638.
  Toda Francia sabía de la nula relación entre los monarcas y para explicar el embarazo se difundió que durante una partida de caza, una inesperada tormenta obligaría al rey Luis XIII a refugiarse en el dormitorio de la reina, naciendo nueve meses después Luis-Dieudonné, “el niño milagro” y futuro Luis XIV.


Luis XIV el rey Sol, convirtió en palacio el coto de caza de su padre Luis XIII. 

Los muros de Versalles verían toda clase de tríos, orgías, pedofilia y un sinfín de perversiones; pero no crean que todo fue maravilloso para el rey en su Versalles lleno de espejos. 

El rey Sol, como el rey Darío de Persia, como Calígula, Lutero, Enrique VIII de INglaterra, Federico II de Prusia, el emperador Carlos V, como Richelieu, Napoleón o Iván el terrible, padecía unas terribles hemorroides. Las hemorroides en este tiempo se convertían en terribles fístulas cuyas operaciones eran complicadas, el mismo Juan de Austria murió de una operación de hemorroides: Somos hijos de nuestra frágil humanidad aunque matemos moros infieles en Lepanto.
   Se cuenta que Luis XIV consumió unos 2.000 purgantes y más de 1.500 enemas además de todos los tratamientos médicos que tanto hicieron sufrir al monarca, tanto que decidió operarse de las terribles almorranas. La intervención fue un éxito. 
  Esta operación de fístula del Rey Sol sirvió también para dar origen al himno nacional inglés.
  Como la curación del rey fue motivo de alegría  para la Corte, se encargó a uno de los mejores músicos de la época, Jean Baptiste Lully, la composición de un himno exaltando la sanación de Luis XIV bajo el título Grand Dieu sauve le Roi "Gran Dios salve al Rey", que más tarde se convirtió en el himno de la monarquía hasta la Revolución francesa y la muerte en la guillotina de Luis XVI.
  En 1714, G. F. Handel estaba de visita en Francia, donde "Grand Dieu sauve le Roi" era la canción más conocida de la época, y se quedó con aquella pegadiza música.
 El 1 de agosto fue nombrado rey de Inglaterra Jorge I de Hannover;  y Handel, que había sido músico de cámara del príncipe Jorge se trasladó definitivamente a Londres, donde verían la luz sus mejores composiciones. 
  Tras darle vueltas a aquella música que había escuchado en Francia y hacerle algún arreglo, se la ofreció a Jorge I como propia y terminó por convertirse en 'God save the Queen' o 'God save the King', el actual himno británico. 
Curado de sus terribles fístulas el rey pudo danzar, comer como una pupa viva y fornicar como un poseso Sus tres grandes aficiones.
   Desde los 12 años mostró un incontenible apetito sexual, el cual fue controlado por la madre Ana de Austria ( la de los tres mosqueteros) para evitar que el niño embarazase a mujeres inapropiadas.

  Luego fue obligado a casarse con María Teresa de Austria, la hija del Austria español Felipe IV. 
 Pero el rey la encontró gorda, con dientes estropeados y horriblemente peinada, por lo que prefirió la compañia de sus amantes . Los hijos de sus amantes,  duquesa de Valliere ( cuatro) y  la marquesa de Montespan ( siete) fueron algunos legitimados y obtuvieron  legitimó títulos nobiliarios.  
Una historia oscura de envenenamientos en la corte a la que se culpo a Madame de Montespan sirvió de excusa al rey sol para echarla para siempre. En realidad se había cansado de ella
Con Claudia de Vi des Oeillets tuvo una hija , no legitimada y con María Angéllica de Scorailles tuvo dos hijos muertos al poco de nacer.

   María Teresa de Austria, por otro lado, gozó de pocas simpatías en la corte de Versalles, Así las cosas vino a alegrar la soledad de la reina un  pigmeo al que bautizaron con el nombre de Nabo. Algunos creen que fue regalo del duque de Beaufort, almirante de Francia, que sentía cierta simpatía por la reina española; otros que fue el propio rey que lo había recibido del embajador de Issiny, un reino africano entre las actuales Ghana y Costa de Marfil.
  La moda de acompañarse por un paje africano cesó bruscamente en la corte francesa cuando la reina dio a luz una niña de piel tan oscura que, según testimonia la duquesa de Orleáns, se parecía al pigmeo que monsieur Beaufort le había traído, que "era muy bonito y que siempre estaba con la Reina".

Unos días después, la niña a la que habían bautizado como Ana Isabel de Francia, falleció, según el doctor Patin, médico de la corte, porque era débil y delicada, y jamás gozó de buena salud. En cuanto al pigmeo Nabo murió también, muy oportunamente, durante el embarazo de la reina.

  Mientras la reina jugaba con su Nabo, el rey mantenía una relación prohibida con su cuñada Enriqueta, duquesa de Orleans, lo que generó un gran escándalo. Para camuflar los chismes Luis decidió tomar por amante a Louise Françoise de La Baume, duquesa de La Vallière, tímida dama de honor de Enriqueta, un “desahogo” que nadie veía con malos ojos. Tuvo con ella cuatro hijos
 Madame de Maintenon, la definitiva era una mujer  culta. En su día fue institutriz de los hijos que el rey tuvo con Madame de Montespan. Contrajo matrimonio en una ceremonia secreta celebrada tras la muerte de María Teresa. 

 Con María Teresa de Austria su esposa española, a pesar de su poca atracción hacia ella, había tenido seis hijos  De esos seis hijos solo uno llegó a la edad adulta, Luis, el Gran Delfín ( al heredero del trono se le solía llamar así, Gran Delfín) 
   

Luis, el Gran Delfin,  murió joven, de viruela; pero dejó la corte bien surtida también. 
Con su esposa Maria Ana Victoria de Babiera tuvo tres hijos: 
El primer hijo de Luis, el Gran Delfín, llamado el Pequeño Delfin, nieto por tanto del Rey Sol, sería le heredero de su abuelo, pero  murió prematuramente  de sarampión; por lo que sería su hijo mayor, el duque de Bretaña, el heredero. Pero el sarampión acabó con él también. Así que sería el hijo menor del Pequeño Delfín , bisnieto del Rey Sol ,quien sobreviviría para llegar a ser Luis XV de Francia.

Su segundo hijo Felipe sería nuestro primer Borbón, rey de España y duque de Anjou. Fundador de la Dinastía Borbón española.
El tercero no tiene relevancia histórica.

Con mademoiselle de Choin el Gran Delfin se casó secreamente tras la muerte de Maria Ana. Había tenido un hijo "El hijo sin nombre", que fue enviado a zonas rurales, donde murió a la  edad de 3 anos. Con Francisca Pitel tuvo dos hijas y con Maria Ana Caumont La Force una hija más.  force una.


  Después de todos estos trapicheos y asuntos de alcoba se nos eclipsa el Rey Sol.

 Es el año 1715 y deja un biznieto de cinco años, como heredero. 
Como regente dejó a su sobrino,  Felipe de Orleans.
 Siete años después, en 1722, el regente falleció y se proclamó la mayoría de edad de Luis XV.
A Felipe de Orleans el Rey Sol lo casó con su hija bastarda legitimada, hija de Madame de Montespan. Felipe a pesar de llamar a su esposa Madame Lucifer tuvo 7 hijas y 1 hijo. También siguió la tradición borbónica con varias amantes y bastardos de los que solo reconoció 4.
Por cierto su esposa Madamoiselle de Blois, fue la única asistente al entierro de su hermano Luis. 
Un caso muy borbónico dentro de la corte del Rey Sol.
Su hijo bastardo Luis de Borbón, hijo de Luisa de Valliere, era considerado un niño precioso.



Luis, el conde Vermandois, en compañía de su hermana Mademoiselle de Blois.

Muchas famililas pusieron sus ojos en él para casarlo con sus hijas, pero el conde de Vermandois tenía otras aficiones  
  El joven se unió a un grupo secreto conocido como La Sagrada Fraternidad de Gloriosos Pederastas donde se celebraban prácticas orgiásticas con menores de edad. El propio Luis de Borbón era menor de edad cuando comenzó a acudir a esta Sagrada Fraternidad, donde se reunía la flor y nata de la aristocracia parisina. 
  Cuando los rumores llegaron al rey Sol, este exilió a su hijo, no por pederasta sino por homosexual.
La homofobia borbónica obligaba a repudiar a las personas que fornicaban con personas de su mismo sexo.
En 1683, con 16 años, Luis de Borbón murió sin haber recuperado el amor de su padre. Solamente su tía y su hermana Mademoiselle de Blois lloraron su muerte. Su cuerpo fue sepultado en la Catedral de Arras.

 Luis XV

 El biznieto del Rey Sol y heredero al trono francés, era una criatura preciosa, con  rasgos angelicales. 
 Las apariencias engañan. El niño tenía una  personalidad tortuosa e indolente que sería protagonista de uno de los reinados más controvertidos de la historia de Francia.
Luis fue un niño enfermizo  por lo que la etiqueta real  le evitó el mínimo esfuerzo. Rodeado de  aduladores, el joven creció como un hedonista al que todo estorbaba y aburría. 
A los dos años ya había perdido a su abuelo, a sus padres y a su hermano mayor; y al morir el Rey Sol se quedó solo, bajo la autoridad de su anciano preceptor, el cardenal de Fleury, en medio de una corte de luto que hervía de ambiciones. 
  Apenas tenía 13 años cuando el equipo de gobierno que sustituyó a la Regencia, dirigido por el duque de Borbón, precipitó su matrimonio. Se temía que la fragilidad de la Corona despertara las ambiciones de las grandes familias aristocráticas, así que, anulando su compromiso con una infanta española de apenas ocho años, se le casó  con la hija del rey polaco Estanislao, María Leszczynska,

Durante los primeros meses de matrimonio el rey, fascinado por aquella joven siete años mayor que él  que dedicaba todo su tiempo a las labores conyugales. El cardenal de Fleury arrancó del joven rey el compromiso de abstenerse del uso matrimonial durante cierto tiempo, al mismo tiempo que le buscaba una favorita manejable y ajena a la política. 
  El duque de Borbón cayó en desgracia a los ojos del rey por un asunto que no viene a cuento y Fleury asumió la dirección de los asuntos públicos mientras el monarca se zambullía  por entero en las diversiones de la corte.  Se exhibía en Versalles junto a la amante de turno sin ningun interés por ocultarse. 
   Entre sus amantes estaban las cuatro hermanas Nesle.  La relación con la segundogénita de las hermanas, Madame de Vintimille acabó en el parto del hijo bastardo del rey.  

  Obsesionado por el sexo y angustiado, Luis XV desatendía las obligaciones de la majestad. 
Cuando el cardenal de Fleury falleció el rey tenía 33 años. Los asuntos de la guerra de sucesión al trono de Austria le obligaron a ir a Flandes. Lo hizo a regañadientes y acompañado por dos de las hermanas Nesle  En Metz las alojó en edificios contiguos al suyo, apenas separados por una galería construida para facilitar su reunión con ellas. 
  El rey enfermó tan gravemente que el obispo de Soissons le exigió castidad y una retractación pública ante la corte. Atemorizado por la muerte, Luis XV accedió. Así que, cuando se recuperó milagrosamente, el «partido devoto» había triunfado en la corte y las amantes habían sido alejadas, aunque no por mucho tiempo.

     Los ruegos del pueblo por la recuperación de su rey le valieron una notable popularidad, de modo que durante un tiempo se convirtió en el bienamado  (le Bienaimé) de los franceses. 

   Por entonces el rey conoció a la que sería después la marquesa de Pompadour: Jeanne-Antoinette Poisson. Gracias no sólo a su atractivo, sino también a su cultura y su don de gentes la joven se mantuvo como amante oficial del rey durante 24 años, aunque al final su papel fue más bien el de una consejera. Su ascendiente sobre Luis XV le procuró un gran poder: expulsaba ministros, nombraba embajadores y distribuía cargos.
  El fin de la guerra de Sucesión austríaca marcó la inflexión definitiva en la imagen del monarca. Con la Hacienda arruinada, en 1749 el ministro Machault propuso un nuevo impuesto del cinco por ciento que gravaría por igual a toda la población, incluidos los privilegiados que estaban exentos del pago. Estos sectores, encabezados por los jueces de los Parlamentos (tribunales supremos), lanzaron una violenta campaña hasta lograr la caída del ministro, con el resultado de que en la guerra de los siete años (1756-1763) la monarquía francesa se quedó sin recursos para proteger las colonias en América y la India, territorios que perdió en 1763.

Su errática política fiscal y las humillantes derrotas militares, sazonadas con los escándalos de su vida privada, convirtieron a Luis XV en blanco directo del descontento popular. 
Muestra de ello fue el atentado que sufrió en 1757 por parte de uno de sus sirvientes, que lo apuñaló con un pequeño cuchillo de ocho centímetros. El rey perdió abundante sangre y, sintiéndose morir, pidió perdón a su mujer y confesó sus pecados, pero al tratarse de una herida superficial, sobrevivió. 

  El rey cayó en brazos de su última amante, la condesa Du Barry, cuya ostentosa presencia en Versalles escandalizó a todo el reino.   En mayo de 1774 el rey falleció de viruela.  Luis XV había dicho que tras él llegaría el diluvio. La Revolución era lo que  se cernía ya sobre el horizonte.

 Su hijo Luis que debiera ser heredero,  había muerto a los 36 años, de tuberculosis. 

Luis se  había casado en 1745 a la edad de 16 años con la prima de su padre, la infanta María Teresa Rafaela de España, octava hija del rey de España Felipe V, quien murió de parto, la hija que tuvieron también murió.

Dos años mas tarde se casaba con Maria Josefa de Sajonia que le dio ocho hijos, de los cuales sólo cinco sobrevivieron a la edad adulta. 
El mayor Luis Augusto fue una gran alegria dada la trágica mortalidad de la monarquia francesa
 
El nieto de Luis XV herederaría el trono y una monarquía a punto ser decapitada.



Luis XVI perdería la cabeza, aunque pudo ser encontrada, no como la de su antepasado y primer Borbón en el trono francés, Enrique IV, el de París bien vale una misa. Hubo algunas esperanzas mientras Luis Alfonso guardaba el tesoro pero la genética lo dejó con una triste calavara espuria.

    Lento de cuerpo y espeso de encantos, Luis XVI resultó ser una excepción en lo concerniente al sexo dentro de la Familia Real francesa. 
  Si los muros de Versalles hablaran el Marqués de Sade quedaría como un escritor de cuentos infantiles. 
  
La extraña calma de  Luis XVI, viene de un desinteres absoluto por el sexo.  
Tras su boda el 16 de mayo de 1770 con María Antonieta, Archiduquesa de Austria, siguió una tediosa noche sin actividad.

La pareja de 17 años dormía en habitaciones separadas, parecía a juicio de los libertinos empleados de Versalles un matrimonio de ancianos. Tras ocho semanas como esposo y esposa, el Conde de Fuentes, embajador de España, informó a su Corte que el matrimonio del todavía Delfín con María Antonieta seguía sin consumarse.
  Su abuelo había inaugurado su matrimonio con la polaca María Leszczynska con una fiebre erótica desatada que, aún en su vejez, seguía latente en su obsesión por las quinceañeras. 

Al conocer la timidez de su nieto y heredero, Luis XV tomó inmediatamente cartas en el asunto y escribió al Príncipe pidiéndole que consumara el matrimonio como fuera, pero el futuro Luis XVI estaba más  volcado en comer, cazar y holgazanear. 
  Cuentan que para quitarse de encima la fogosidad de su esposa, le prometió que cuando se trasladaran a
Compiègne, al norte de Francia, iniciarían su vida íntima. 
  Se comenzó a pensar que se necesitaba un remedio. El 18 de julio de 1770, el cirujano real La Martinière  sangró al Delfín a causa de un resfriado que empeoraba a cada día, aprovechando la situación se le hizo un reconocimiento completo y no se halló ningún impedimento físico.
  Desde Viena, María Teresa, la madre de María Antonieta,  recibió un informe que aconsejaba, cuando ya habían pasado veinte meses sin consumar, que el Delfín se sumergiera en «baños medicinales seguidos de una pequeña operación muy ligera que se presume muy necesaria para eliminar obstáculos a la consumación del matrimonio del príncipe».
 Frente a los que especulaban hasta entonces con un retraso de la pubertad, un embotamiento de las funciones glandulares, una diabetes o un síndrome adiposogenital, los pajaritos de la Archiduquesa señalaron con claridad que la cuestión pasaba por algún problema de frenillo o de fimosis.
El miembro viril de Luis XVI, Rey de Francia, provocó así en París una epidemia de coplas satíricas.

 Luis XV convocó en octubre de 1772 a su nieto y a Maria Antonita y, en una reunión privada, él mismo examinó los genitales de su nieto, con el buen pronóstico de que el problema no necesitaba siquiera operación según su criterio.
   Cuatro años después de la boda, los escasos avances a la hora de practicar sexo motivaron que varios médicos aconsejaran una intervención quirúrgica,  pero Luis XVI se negó por miedo al dolor o a sufrir una infección. Maria Antonieta, sin embargo, sabía ya a esas alturas que su marido, aparte de la posible fimosis, no tenía interés por el sexo.  El problema sexual del Rey pasaba por su falta de pasión y un problema genital sin gran importancia que, al no haber sido operado antes, ahora podía derivar en una dolorosa circuncisión. O, al menos, ese fue el diagnóstico para explicar que los Reyes siguieran siendo vírgenes durante siete años.
   Hubo que esperar hasta que, el 15 de enero de 1776, el afamado cirujano Jacques-Louis Moreau descartó definitivamente la operación y opinó que lo más probable es que el problema se solucionaría cuando normalizara su vida sexo. Sin la sombra de la cirugía, las siguientes intentonas de consumar rozaron lo cómico. Pocos meses después, el Emperador de Austria José II escribió en una carta que el Rey de Francia en su lecho conyugal tiene erecciones muy condicionadas, introduce el miembro, permanece ahí sin moverse durante quizá dos minutos, se retira sin jamás correrse, aún empalmado, y da las buenas noches.  Y está feliz, diciendo lisa y llanamente que solo lo ha hecho por deber ¡y que no le encuentra gusto alguno!. 
No sin culpar a su hermana por falta de carácter, el austriaco se prometió dar una paliza al Monarca en caso de encontrarse con él de aquella guisa. 

Así las cosas, en el verano de 1777 Luis XVI se cayó del caballo como San Pablo. Vio la luz: «Me gusta mucho el placer, lamento no haberlo conocido durante tanto tiempo», escribió a sus tías. Según el diplomático belga Mercy d’Argenteau, la pareja eligió como Día-Dpara consumar al fin su matrimonio, siete años después, la fecha del 18 de agosto, cuando el Rey visitó a la Reina a la salida del baño. «Estoy muy feliz. Hace ocho días que el matrimonio está totalmente consumado. La prueba se ha repetido y ayer incluso de una forma más completa que la primera vez… No creo que esté todavía embarazada, pero al menos tengo la esperanza de poder estar de un momento a otro», relata una emocionada María Antonieta a su madre.

En un ambiente pre revolucionario, la impopular Reina dio a luz en Versalles a su primera hija a finales de ese mismo año. En 1781, nació el Delfín; en 1785, otra hija y en 1786 el futuro Luis XVII. Cuando faltaban tres años para el estallido de la Revolución, Luis XVI cerró con su numerosa familia la ventana a una de las tragedias de su vida y abrió la puerta a la que iba a conducirle hasta la guillotina. La escandalosa vida de la Familia Real no hizo si no echar más leña al descontento del pueblo.

 Amante de la moda, María Antonieta es uno de los personajes históricos femeninos que más controversia ha suscitado en todo el mundo. Si existe en la historia una mujer sinónimo de extravagancia fue María Antonieta Josefa Juana de Habsburgo-Lorena

 Casada con un rey sin interés por el sexo,  acabó ganándos la antipatía del pueblo que la tachó de despilfarradora
  El esplendor y la etiqueta de Versalles no permitía a las grandes damas utilizar un vestido más de una vez, en acontecimientos y actos públicos.



En una Francia marcada por la pobreza de la mayoría de la población, María Antonieta introdujo telas suntuosas como el terciopelo, la seda o el brocado en sustitución del paño. Y adornos como los encajes de chantilly y bordados de hilos dorados y plateados y hasta los abanicos se bordaban en oro y plata sobre barillas de marfil. También los perfumes y las flores y los maquillajes serían el símbolo de un Versalles derrochador. Empolvaba sus pelucas con harina cuando los franceses no tenían pan.

 Precisamente ese Versalles luminoso era el gran símbolo de la decandencia de la monarquía. 
Sobre su promiscuidad no hay datos que lo confirmen, más bien parece que como la "prensa amarilla" no pudo empringarse en el rey poco amigo del sexo, lo hizo con ella.

   

sábado, 30 de octubre de 2021

Partido Popular, corrupción y votos.


   El PP se puede permitir, tras ser condenado por corrupción, decir que es un partido limpio y honesto. Se puede permitir poner a dos cretinos, uno a la cabeza del Estado y otro a la de Madrid. Se puede permitir gritar: queremos un país convertido en una plantación de algodón. Y se lo puede permitir porque sus votantes son discípulos sordos y ciegos. Porque su voto no viene de la razón, sino de las vísceras. Porque a sus votantes los mueven fosilizados prejuicios. No votan a favor de un partido y su programa, ni a favor siquiera de un líder carismático, sino que lo hacen contra "los otros" : socialistas, comunistas, feministas, comunidad lgtb, inmigrantes, intelectuales...

Y repiten como papagayos "Venezuela", sin ni siquiera saber situarla en el mapa.
Es un voto agresivo, sin interés en la política ni en el país; un voto ignorante, formado sin ninguna base argumental; y es cainita porque lo genera el odio. Contra ese voto solo cabe la educación en la escuela pública, de todos. De ahí el interés de los señores feudales patrios en cerrar lo público y convertir el mundo en una conjura de idiotas que defiendan el cortijo y repitan "lo que diga el señorito"

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domingo, 24 de octubre de 2021

El hombre de las rastas

Alberto Rodríguez llegó con sus rastas y con sus rastas se va. Lo imputó y condenó sin pruebas un Tribunal Supremo tendencioso y fascista; el mismo que nunca supo quien era M. Rajoy y que se niega a juzgar al ciudadano Borbón.Pedrito Sánchez le da un abrazo al político más nefasto de la historia reciente de España, Felipe González.
Los nazis de VOX siguen metiendo mierda contra los gays y los inmigrantes menores; y asustando con que un ocupa te va a quitar el piso.
EL PP sigue dale que te pego con ETA, tratando de arrancar el voto analfabeto y visceral; después de 10 años de haber entregado las armas y de todos los esfuerzos del Pais Vasco por cerrar viejas heridas, que es lo que se hace después de los conflictos.
El rey en Abu Dabhi pagando un hotel de lujo, la Federica con su piso de 5000 al mes, Froilán con su coche de 80.000 euros, la Leonor en un internado en Gran Bretaña, no vaya a que se la pillen dando un beso a un chaval inoportuno y salga en Sálvame...
El Preparao que no sabe nada de los negocios de su padre, que lo de la delicuencia borbónica a él no le toca y la esposa luchando con el paso de los años a golpe de bisturí pagado por los siempre abnegados españoles...
Y os extraña que los catalanes, los vascos y los gallegos quieran probar algo fuera de ese lupanar que es el país hoy. Lo de la secesión va a ser contagioso.
Pobre la España que soñamos un día, con su República y sus mujeres libres y sus jóvenes ilusionados y su Universidad y sus gentes trabajadoras.

domingo, 9 de mayo de 2021

Fascismo o democracia

En España no hay comunismo ni lo ha habido nunca. Ni siquiera en los momentos más radicales de la II República se acometió la reforma agraria andaluza, que es un plan que podíamos llamar comunista.
No hubo ni habrá. A los regímenes comunistas no se llega mediante gobiernos neoliberales. Podemos e Izquierda Unida tienen comunistas entre sus filas. Es verdad. Al menos una tienen. Pero ni siquiera esos comunistas pueden hacer reformas radicales en beneficio de la sociedad, porque son parte de gobiernos neoliberales y solo se les permite unas pinceladas alegres a la gris vida que se presenta.
Si hubiese algún riesgo de que gobiernos radicales de izquierda llegasen al poder serían eliminados sin escrúpulos, y ahí entran cabezas de caballo en la cama y conflictos armados.
En España sí hubo fascismo, durante cuarenta años. Un fascismo aterrador, de no dejar vivir, de no dejar respirar, de no dejar pensar. Un fascismo asfixiante que no permitía leer libros, que no permitía tener creencias propias, que no permitía ser homosexual, ser feminista, ser ateo, ser libre, ser feliz...
En España hay un fascismo muy peligroso en las grandes empresas y en el gobierno ; pero no tanto como el que se está extendiendo por las calles, entre las gentes del pueblo.
VØX es fascismo puro y duro, heredero de ese pensamiento asfixiante, de una sociedad en la que no cabemos todos. VØX se alimenta de odio: Odio al feminismo, odio a los homosexuales, odio a los catalanes, odio a los inmigrantes, odio a los librepensantes, odio a los intelectuales, odio a los libros, odio a los pobres.
Tú, que piensas votar a VOX es posible que seas una buena persona, que te has dejado ilusionar por la Patria Unida, los enemigos de la Patria, los inmigrantes malvados, las feministas perversas, los catalanes separatistas....
Están manejando tus miedos, es normal que tengas miedos; pero no pienses por medio de ellos: No dejes que unos manipuladores los usen para sus beneficios.
No se pudo parar la llegada de bárbaros a Roma en decandencia, al canto del cisne del mundo esclavista. Y no podemos evitar la llegada de personas de todos lados a la decadencia del Capitalismo. Lo que sucede en una parte del mundo afecta a todos en este momento de la historia. Cerrar fronteras, aferrarse a nacionalismos y palabras vacías, solo va a crear un enfrentamiento entre los perdedores de este periodo, y de eso solo saldrán favorecidos quienes lo quieren controlar.
No votes fascismo, que no te asusten con el peligro del comunismo, no existe en este país comunismo o libertad, sino fascismo o democracia.
Tienes derecho a ser más conservador, a no ser de izquierdas, a proteger tus miedos; pero no tienes derecho a votar fascismo porque el fascismo me va a atacar a mí y me va a destruir a mí. Porque yo amo leer, porque yo amo pensar, porque respeto al diferente, porque no creo en Dios, porque adoro mi libertad, porque quiero sanidad pública, escuela pública, porque soy capaz de pasar sobre mis egoismos individuales en favor de la sociedad aunque la gente me gusta nada y menos. Y va a destruir lo que más quiero en este mundo.
No votes fascismo. No votex VØX

Ayuso en Madrid



En el siglo XIII había una carrera llamada Angelología.
Licenciados angelólogos, doctores angelólogos y eruditos angelólogos daban sus lecciones en auditorios llenos de aplicados estudiantes que se afanaban sobre asignaturas que trataban sobre cuántos ángeles caben en la cabeza de un alfiler, o de dónde nacen las alas de los ángeles o si los ángeles son machos o hembras o si carecen de sexo.
Santo Tomás, considerado como el gran filósofo de la escolástica, llegó a dedicar unos cuantos tomos a la Angelología.
Los ángeles fueron reales, tuvieron jerarquía y se comunicaron con los humanos mientras toda la maquinaria cultural e ideológica defendió su existencia. .
Los ángeles vivieron entre nosotros hasta que, desde otros púlpitos, otros oradores comenzaron a hablar de la ciencia y del progreso infinito. Los ángeles dejaron de existir cuando se dejó de creer en ellos, como el progreso infinito será solo un monstruo en el futuro.
Piensen ustedes que cuando aquellos curas y rabinos gritaban desde los púlpitos con los ojos encendidos de fe y locura, no se había inventado ni la imprenta. Solo unos fanáticos a grito pelado generaron toda esa oleada de fe inquebrantable.
Imaginen hoy, legiones de periodistas jugosamente pagados, televisiones parciales, páginas de internet donde cualquiera acusa a cualquiera, libelos convertidos en programas electorales...
Imaginen la posibilidad que tienen de liberar sus ideas, de tener pensamiento propio entre ese contubernio de voces.
No es Madrid, es que sin cultura, sin tiempo para la reflexión, se pasa de creer en los ángeles a creer en la democracia neoliberal.
PD: Cuando digo cultura me refiero a una magnífica ola que se forma en la calle y surge de la vida; donde nace y se desarrolla el lenguaje; la Universidad y los intelectuales la interpretan después, y son muy necesarios pero no son los dueños de nada.