miércoles, 5 de agosto de 2020

Juan Carlos I: La infanta y el sordo . Decimoprimera parte


 Las historias de los reyes y las lindas princesas deben ser brillantes como sus palacios, y dado que la Historia es una ciencia que niega en aras del rigor el uso de la metáfora, el epíteto, el simil  o la hipérbole, por mencionar algunas figuras literarias,  la narración sobre nuestros amados Borbones va a continuar en el mundo de la literatura. Por lo que cualquier parecido con la realidad estará solo en los pensamientos sucios de algún lector antimonárquico o en las perversas tendencias de algún amigo de las denuncias por injurias.

  Hoy hablaremos de la infantita Cristina cuyo amor por un plebeyo la llevó al cruel destierro en las frías tierras helvéticas.
 
    El día 13 de junio del año 1985 nació en  a Cristina Federica Victoria Antonia de la Santísima Trinidad de Borbón y Grecia en el Sanatorio de Nuestra Señora de Loreto. 
Como su hermana no estaban en condiciones para ser heredera, se esperaba que Cristina fuese niño.  
  Qué mal rato pasó el abuelito postizo Francisco Franco y  que decepción se llevó el amoroso padre Juan Carlos. Solo la madre parecía satisfecha. "Al menos esta es bonita" dijo para calmar al iracundo y ficticio yayo y al desconsolado padre.
  La niña creció en un palacio  camuflado entre bosquecillos y fuentes saltarinas, rodeada de  veintinco perros y sus doce gatos, todos ellos con pedigrí, como debe ser, y con cuidadores especializados. Los perros disponían además de modernas perreras. Vivió en casa también un hermoso guepardo, que se trajo su papá de un viaje privado a Etiopía. Qué elegante resultaba el  feroz animal paseando por las salas del palacio. Además de animales la bella Cristinita podía pasear cada día en uno de los setenta vehículos que poseía su amado papaíto. Casi todos regalos de amables empresarios del sector del automovilismo. El rey era tan bueno que todos lo agasajaban para hacerlo feliz. Casi doscientas personas trabajaban en el hermoso palacio. 
  Su amado papá, rey virtuoso y dechado de perfecciones, disponía de dos ayudas de cámara solo para vestirse por las mañanas, porque el hombre entre sus muchas 

   Del cuidado y mantenimiento se encargan en total unas 160 personas que trabajan en palacio, incluyendo a los guardias, chóferes y hasta al cuidador de los perritos. Juan Carlos cuenta con dos ayudas de cámara para vestirle por las mañanas, porque el pobre hombre era un poco despistado  siempre andaba por los suelos con algún hueso roto. La Reina madre disponía de dos doncellas, una para vestirla y otra, licenciada en arquitectura, para peinarla.
  El palacio de la bella infantita fue creciendo conforme sus padres, conocidos en su país por "la reina y yo" fueron ganándose el corazón de sus súbditos. Cuando Cristinita cumplió  22 años se amplió La Zarzuela, que así se llamaba su palacio,  sin reparar en gastos. Incluso se construyó un refugio antinuclear por si a los  pérfidos comunistas, siempre quitando anillas de granadas con las muelas,  les daba por bombardear  a la dulce familia real. Como su papi, el Rey, era un hombre al que le gustaba saber de todo, desde la carrera de las más hermosas actrices hasta el caballo que iba a ganar la carrera en su hipódromo favorito, se hizo instalar un sistema  sistema informático y de comunicaciones con su pequeño estudio de televisión  para poder hablar a los vasallos sin tener que salir de casa. La nueva superficie construida ocupa 2.660 metros cuadrados en la planta principal y 1.540 en la planta semisótano. En total, 4.200 metros. Pero es que ya había nacido el principito.
  Cómo nos gustaría escribir versos y entregarnos sin complejos a la retórica para hablar del palacio de la tierna infantita, pero no podemos perderla de vista tanto tiempo, porque mientras estábamos de obras nuestra ricitos de oro ha matriculado en la Universidad.
 En la Complutense, mezclada con el vulgo, sencilla y casi camuflada entre el maremágnum de alumnos que vagan por los pasillos de la facultad. Si destacaba en algo era por su estatura, pero esto no lo podía evitar, le venía de nacimiento. Entre un mar de cabezas oscuras se elevaba como una Venus nacida de las olas, la melena rubia dorada de la  espigada infanta. Por lo demás  fue una alumna más, ni brillante ni deslucida, a la pobre criatura solo le permitieron elegir los profesores, un pequeño privilegio para quien pudo tener tantos.
 Qué humilde y sencilla era. Porqué no le salía un novio de su talla. Hasta su hermana, la infanta fea, como llamaban a la pobre criatura,  había pescado un aristócrata y se había pavoneado vestida de novia por las calles de Sevilla. Pero a ella se le resistían los príncipes de las cortes europeas.
  Una bruja malvada dejó caer en las camarillas cortesanas que nadie quería arriesgarse a tener sucesores hemofílicos. La malaventurada bisabuela trajo al enfermedad desde Inglaterra a la casa de los reyes de España, que así se llamaba el país donde nació la hermosa Cristina, y desde entonces siempre había algun rey o príncipe sangrando como un cerdo por las esquinas. Disculpa bella infantita por lo del cerdo pero siendo las familia real tan castiza no podría ofenderles expresión tan popular. 
   La delicada Cristina amaba los deportes, la vida al aire libre, el mar, los veraneos, las vacaciones, los paseos relajados, las inauguraciones y las fundaciones. En ello dejó pasar casi una década desde que se licenció en Ciencias Políticas. Trabajar lo que se dice trabajar no lo hizo, pero a estas alturas hay que aceptar sin escandalizarse que los reyes tienen guepardos y no trabajan. Si tuviesen chuchos con pulgas y  estuviesen necesitados formarían parte del lumpen. 

   Fue precisamente su amor por los deportes que lo que le puso en su camino al Bello Iñaki.
Qué nombre es ese ??? se pregunta algun lector escandalizado. Una princesa con un novio llamado Iñaki, con un vasco. Más de uno tiene en su sucia mente la palabra "braguetazo" que usaré solo una vez para no ensuciar el relato de los amores de Cristina e Iñaki.
 Cómo se conocieron el Bello Iñaki y la talluda infanta, el plebeyo y la patricia
Ella contaba ya 31 años, era ya casi eso que el vulgo viene en llamar una mocica rancia,  allá por el año 1996, mes de julio, cuando fue a los juegos Olímpicos de Atlanta (dinero para pagarse el avión y el hotel no le faltaba) . Èl era un bicampeón de Europa con el FC Barcelona de balonmano y tenía ya 28. Casi de una quinta eran. El muchacho medía casi dos metros y tenía los ojos como el mar donde tanto disfrutaba con la vela la infanta enamorada. Tenia novia por entonces,  pero en cuanto se percató de que la Borbona le ponía ojitos dulces, rompió el compromiso y se tiró de cabeza al óceano de la realeza. 
  Barcelona fue una fiesta el 4 de octubre de 1997, cuando los talludos novios se dijeron el sí quiero.
Nada falló, lució el sol sobre una espléndida Barcelona. Reyes y príncipes de todo el mundo viajaron en aviones, barcos, limusinas, acorazados, torpederos, bicicletas ... desde todos los rincones del mundo para hospedarse en lujosos hoteles pagados por el rumboso rey.  Las calles se cerraron para dar brillo al vestido nupcial de Cristina que se casaba con su amor. Durante la ceremonia lo miraba y le decía con los ojos " veinte polvos" También el matrimonio de su hermana acabó en polvos, pero aquellos eran otros y ahora estamos en la boda de las perdices. 
Fuegos artificiales, música romántica, "viscas" en las calles. En el templo hacía calor y algunas damas se desmayaron. 
 Ofició la ceremonia el arzobispo de Barcelona, cuyo nombre no importa. Su discurso sobre las virtudes del matrimonio  llevó a Sofía, la Reina madre, a tener que esforzarse para no salir haciendo pucheros en las fotos. Ella tenía tanto que decir sobre las virtudes de su esposo, el gran Rey Juan Carlos alias el Campechano, el cual no podía en sí de emoción cuando la dulce Cristina volvió la cabeza hacia él para pedir el permiso real. Ay, vamos a respirar profundo para poder seguir leyendo sin conmovernos, porque lo que parecía un cuento de amor  y encuentros tórridos bajo las sábanas iba a convertirse en un infierno por culpa del malvado Iñaki. Sí, el bello vasco, era en realidad un delincuente que enganó a su esposa y a su suegro, el bueno del Rey, robando sin ton ni son, a diestra y siniestra. Algo tan ajeno a la buena familia de la infanta.

  Antes de  enamorar a la ingenua Cristina y obtener permiso para dejar su semilla una vez al año en el real útero Iñaki ya apuntaba maneras. Consiguió un falso certificado de sordo para no hacer el Servicio Militar Obligatorio; coleccionaba multas de aparcamiento, no era amigo de pagar el impuesto de circulación  ni el de bienes inmuebles. 
  No era un lumbreras en los estudios y ni siquiera acabó la carrera, pero para qué si la infanta lista le echó el ojo. y él que no era amigo de pagar sus deudas, ni tenía nada previsto para después del baloncesto pensó que sería un buen negocio hacerle criaturas a  la inocente.
 El bueno del rey que quería ver a su dulce infanta lucir como la estrella más luminosa en el cielo de la aristocracia le regaló a su yerno Iñaki un puesto de vicepresidente del Comité Olímpico Español y luego el de director de Planificación y Desarrollo de la Empresa Octagón Esedos S.L., que se dedicaba al marketing deportivo, y más tarde administrador consejero de Motorpress Ibérica SA, editora de revistas de automovilismo 

   Más tarde, en octubre de 2001, sería fichado como director de Planificación y Desarrollo de la empresa Octagon Esedos S. L., dedicada al marketing deportivo, controlada en un 51 por 100 por Samaranch el viejo, que entonces era presidente de honor vitalicio del Comité Olímpico Internacional. En estas cosas coincdía a veces con el Príncipe Felipe y la Malvada Letizia quienes ya iban a patrocinar cositas privadas por aquí y por allá.
 Qué felices eran todos.
  El rey también amaba los deportes y sus actividades mercantilizadas, algo que se acrecentó cuando la malvada bruja de Frankfurt, Corinna zu Sayn-Wittgenstein-Sayn se cruzó en su camino. Corinna era experta en recaudaciones de actos deportivos y solidarios y organizar cacerías de lujo. Qué fascinante era para el ingenuo rey esta rubia que sabía convertir la fraternidad en oro. Fascinado por ella le aconsejó que usara los poderes del sordo Urdangarín para subastar algunos objetos en la casa de subastas Sotheby,s.
   Corinna engolfó al rey con sus artes coitales y el rey le pidió que le hiciera ganar dineros al yerno porque su infantita necesitaba un palacio.  Así que la malvada Corinna introdujo a Iñaki, el Sordo, en la Fundación Laureus donde se sacó cincuenta mil eurillos en dos tardes.
  Aprendió Iñaki que picando de aquí y de allá gracias a su rango podía llenarse los bolsillos pero el papel de vividor no era lo suyo. El era un duque, Así que se sacó el título de Empresariales sin mucho esfuerzo y hasta un Master en Business Adninistration, así, escrito en inglés, para tener más brillo. Mientras estudiaba el Máster conoció a Diego Torres a quién nombró Mayordomo de Chanchullos. Torres hacía el trabajo duro e Iñaki prestaba su cuerpo serrano y sus irresistible sex-appeal. Así en 2002 crea la sociedad mercantil Nòos Consultoría Estratégica y en 2003 el Instiuto Nóos,

    Torres observaba, recopilaba datos y hacía el trabajo duro, mientras que Iñaki se empapaba del ambiente y se mostraba campechano con los responsables de los fondos a captar. En 2002 crearon al 50 por 100 la sociedad mercantil Nóos Consultoría Estratégica; y, en 2003, el Instituto Nóos de Estudios Estratégicos de Patrocinio y Mecenazgo, bajo la fórmula jurídica de asociación sin ánimo de lucro.
 Qué maldad la del Sordo de Zumarraga, todo esto lo hacia por avaricia, porque la infanta y él tenían muy buenos ingresos, Lo que le daba el generoso padre de  Cristina en eso que se llamaba "partidas dobles" más lo que el puesto de dirección de Área Social de la Funcación la Caixa pagaba a Cristina por estar allí un ratito de vez en cuando. Unos cuatrocientos mil euros anuales, sin contar los ingresos de Iñaki, 200.000 euros anuales de Londres, 100.000 de París y no detallasdos euros de Nóos En fin se podían montar en un millón de euros anuales, lo que les permitió vivir en el palacio que la infanta merecía por su alta cuna.
  En Pedralbes fueron muy felices con la flor y nata de la buena burguesía catalana.
Los niños, que tenían ya un puñado porque la infanta estaba engolfada  y siempre quería más, ibann al Liceo Francés (entre 4.500 y 6.000 euros al mes por alumno)
  Solían por este tiempo eran hoteles de 1500 euros noche, safaris a África, ropa deportiva de precios exhorbitantes comprada online a exclusivas tiendas de New York, vino Baigorri, muslitos de codorniz

   Por lo que sabemos de sus facturas a raíz del caso Nóos, que les sacó las vergüenzas, su tren de gastos desgravables incluía hoteles de 1.500 euros la noche (como el Santa Chiara, en Roma), safaris en África, clases de salsa, compras de ropa deportiva exclusiva por teléfono a una tienda de Nueva York, miles de euros en vino Baigorri, muslitos de codorniz y otras delicatessen culinarias que desgravaban luego en el Instituto Nóos Incluso la empleada de hogar desgravaba como telefonista de Nóos.

 En 2003 el matrimonio feliz intenta conseguir de Patrimonio Nacional, lo que quiere decir a cargo de los españoles, na casita en la sierra de Madrid para sus visitas ocasionales a la capital. Iñaki era un poco truhán pero generoso. Le regaló zapatillas Reebok a toda la familia real

   Hay, además, correos electrónicos en los que se hablaba de enchufes en Zarzuela de mujeres de amigos suyos, porque Iñaki también se preocupaba por los demás. Dejó patente su generosidad asimismo cuando gestionó una entrega de zapatillas Reebok gratis para toda la familia real,
 Los servicios de Zarzuela le ayudaron, en el verano de 2013, para vender unas 48 o 49 acciones que le habían regalado del Club de Golf de Sant Vicenç de Mont­alt, compradas a un precio simbólico, tal vez unos 300 euros , revalorizadas a 21.000.
  El rey no quería que su hija del alma sufriera pagando una horrible hipoteca, cosas de plebeyos, y l regaló una entrada de dos millones de euros, pero el tren de vida de los duques requería más y más.
 Y la avaricia rompió el saco.

 El caso Nóos destrozó a los enamorados. El insituto sin ánimo de lucro era una gallina de los huevos de oro para Iñaki. La Casa Real que detentaba el control de la asamblea de socios de pleno derecho decidió que Iñaki sería el presidente y Cristina vocal entre otros cargos de otra gente. Colaboraron también el abogado personal del rey, el secretario personal de la reina, el jefe de la Casa Real ... Una alegre pandilla de amiguetes.
  Estaba entonces Jaume Matas en el gobierno de las Baleares , allá por el 2003


   Con esta alegre pandilla Iñaki vivió su momento más dulce. Fue durante la gestión de Jaume Matas en el Gobierno balear y  José Luis Ballester como director general de Deportes cuando disfrutaba viendo llover euros del instituto  Nóos que ya era una organización mafiosa.  16 millones de euros ingresaron entre 2003 y 2012 . El 40 por ciento procedía del Govern Balear y la Generalitad Valenciana y sus jefazos, el gran club de los Genoveses ( cerremos los ojos y escuchemos la música del Padrino)
  Pero se corrompieron tanto tanto tanto que hasta olvidaron de esconder que estaban corrompidos. en 2009 más de un millar de personas se manifestaron en una convocatoria espontánea por las calles de Palma para expresar el rechazo a la corrupción política. Jaume Matas, expresidente del Gobierno balear,  cayó, imputado en nueve delitos por el caso del velódromo Palma Arena: 22 millones de euros pagados por la construcción no estaban justificados y 30 más no tenían certificado de final de obra.
 Iñaki el duque sordo todavía estaba a salvo y la infanta nunca estuvo en eso. Dicen los malvados antimonárquicos  que el marido le dio lecciones privadas de hacerse la sorda. Y dicen también, con un tonillo punzante, estos malvados antimonárquicos, que si la infanta no pudo ser imputada, pues imagina el rey. Añaden las malas lenguas republicanas masónicas que el rey medió para pedir favores para su yerno a políticos de la Generalitat valenciana en algunos proyectos empresariales E

 El gran mentiroso Jaume Matas insinuó que el Govern pagó 1,2 millones de euros al Instituto Nóos por organizar un congreso de tres días en 2005, sobre Turismo y Deporte, el Forum Illes Balears porque se lo pidió el yerno del rey Con el mismo argumento de peso Urdangarin consiguió que la comunidad pagase 6 millones de euros anuales para que el equipo ciclista Banesto se transformara en el Illes Balears. Un asunto turbio con Matas, después de unas tapas en Marivent tras una partidita de padel. Iñaki sacó una buena tajada de este trato.
 Pepote, que era amigo íntimo de Felipe, no quiso manchar la inmaculada figura del nuevo rey y no le contó nada. Ya, ya... ya están los antimonárquicos pensando que es esto raro teniendo en cuenta que fue Felipe quien presentó a Pepote su cuñado Iñaki para que lo tratara bien.



  Continuará en "el duque em-Palma-do"

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