viernes, 17 de julio de 2020

Alfonso XIII: No se ha marchao, que lo hemos echao. Parte tercera




   El periodo 1917 y 1931 es uno de los más interesantes e intensos de nuestra historia contemporánea. Dificil hacer un resumen de los últimos años del reinado de Alfonso XIII y de su deshonrosa salida del país: "Viva España con honra y sin Borbones" era el titular del periódico El Socialista aquella brillante mañana de abril de 1931.
La España de principio del siglo XX era el arcaísmo de Occidente, un islote de tradiciones donde sus amos se vanaglorian de haber sabido mantenerse frente a las corrientes políticas y económicas modernas.Y sin embargo es en este país profundamente hundido en el pasado donde se va a llevar a cabo, a partir de 1936, la última revolución del periodo comprendido entre las dos guerras mundiales.
Como la Rusia de 1917, España era entonces el eslabón más débil del mundo capitalista pero la revolución española, a diferencia de la de octubre, no era la primera chispa de un incendio que se propagaba sino la llamarada final de un fuego que se había extinguido en toda Europa. Ofreció a las potencias que se preparaban para la Segunda Guerra Mundial un fértil campo de experiencia. porque la Revolución Española trocada en guerra civil fue un preludio y ensayo general de la gran guerra que se avecinaba. Y quienes ganaron esa guerra no quisieron ni oír hablar de un país revolucionario. Con Franco todos estaban mejor.
En 1917 el país estaba aplastado por su pasado. Al retraso de su desarrollo económico la Ruisa de los zares debía su situación de atraso; España, en virtud de una curiosa paradoja, debía su atraso a los avances que había realizado en los tiempos modernos.
A la par que su hegemonía se afirmaba en Europa y su comercio se desarrollaba la monarquía se centralizaba y las diferencias regionales se iban borrando, la España feudal retrocedía mientras se iba formando un estado moderno. Pero fue precisamente esta precocidad en la formación del estado moderno es la que se iba a volver contra ella. América y el comercio americano llevaban en sí el germen del desastre. Los metales preciosos vivificaban la economía de Europa Occidental y aupaban el sistema capitalista mientras la metrópoli se dedicaba a vivir en su gloria. No fue necesario desarrollar ninguna industria porque había oro y plata para comprar en Europa, porque todos los banqueros querían prestar y financiar las guerras de tan solvente cliente. La decadencia estaba escrita en el mismo momento de la gloria.
En el siglo España XIX perdió todas sus posesiones en el mundo y la revolución industrial apenas la rozó. Mientras las clases del Antiguo Régimen se descomponían ninguna sociedad burguesa se gestaba y las diferencias regionales, con un Norte que tuvo su pequeña revolución industrial y una Meseta y un Sur sumidos en las relaciones casi feudales con el latifundismo como escenario; el país se descompone y esas fuerzas capitalistas no quieren saber nada de la oligarquía castellana y del valle de la miseria.
En pleno siglo del maquinismo los campesinos andaluces estallan en verdaderas jacqueries, mientras el proletariado se organiza animado de la misma combatividad contra los poderosos y la iglesia, los dos estados del Antiguo Régimen que se niegan a desaparecer. Se acumulan todos los elementos de destrucción contra un pasado demasiado vivo todavía

En 1917, en el contexto de la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa la carestía de la vida y la inestabilidad política, se inicia una protesta militar debida al excesivo número de oficiales con respecto al número de soldados y el sistema de ascensos por méritos de guerra que beneficiaba a los africanistas y los bajos salario. Los oficiales forman juntas de defensa.
El encarecimiento de los productos básicos y el empeoramiento de las condiciones de vida de las clases bajas supune un aumento de la conflictividad social. Algunos sectores de la oposición piensan que el ejército se sumará a la protesta general contra el gobierno, pero no es así, pues una vez conseguidos sus objetivos, los oficiales abandonan la protesta.

El conde de Romanones había cerrado las Cortes entre 1916 y 1917. En Cataluña se forma una Asamblea Constituyente pero Dato se niega a reabrir las Cortes, declara el estado de excepción y aumenta la censura . La Asamblea de Parlamentarios catalanes exige la formación de un gobierno provisional, Cortes constituyentes y reformas en el sistema político que descentralicen el Estado El gobierno prohibe la Asamblea que es disuelta por la Guardia Civil .

El movimiento constituyente desaparece debido a la falta de apoyo de los monárquicos, las diferencias entre nacionalistas y grupos de izquierda y la oposición de las Juntas de Defensa militares y sobre todo el temor de las fuerzas burguesas a una revolución

La respuesta al impasse es la huelga general revolucionaria 1917: UGT y CNT firman un manifiesto conjunto mediante el cual exigen que el gobierno frene la subida de precios. Un conflicto ferroviario en Valencia da lugar a una huelga general de carácter político y revolucionario que pide ya claramente el fin de la monarquía, un gobierno provisional, Cortes constituyentes y un sistema republicano

La incidencia de la huelga es desigual: Tuvo escasa participación campesina y fue especialmente seguida en Madrid, Barcelona, País Vasco y Asturias

La respuesta es homogénea: la represión del gobierno con la Ley Marcial e intervención del Ejército.

La huelga fracasa pero el régimen de la Restauración queda debilitado y entra en crisis definitivamente. Los gobiernos son incapaces de hacer las reformas necesarias para evitar la revolución y la conflictividad social va en aumento. A esto se unen las tensiones políticas derivadas de la guerra de Marruecos

Los dirigentes dinásticos no quieren renovar el sistema, el rey está saltando de cama en cama y dando arengas ridículas a la carnicería de Marruecos.

Los partidos monárquicos ya son incapaces de formar mayorías parlamentarias ni gobiernos fuertes que defiendan el régimen. Se recurre a gobiernos de concentración con los Liberales de Maura y Lliga Regionalista de Cambó. El fracaso lleva a un nuevo y agónico intento por recuperar el turno, pero solo pueden gobernar mediante el estado de excepción, la suspensión de garantías constitucionales y el cierre del Parlamento

En las calles a la conflictividad social crece, trás la guerra la producción desciende y empeoran unas ya frágiles condiciones económicas, aumenta el paro y suben los precios.

En Barcelona se produce la Huelga de la Canadiense ( compañía eléctrica) y en Andalucía la conflictividad de los campesinos desde 1918 da lugar al período llamado Trienio Bolchevique

Las posiciones entre patronal y sindicatos se radicalizan y los patronos contratan pistoleros a sueldo para frenar a los sindicatos. Los anarquistas responden con acciones violentas: atentados contra patronos, autoridades, fuerzas del orden.

El gobierno aplica la Ley de Fugas para reprimir a los sindicalistas, asesinan líderes y cabecillas asegurando que trataban de fugarse.

Desde 1920 aumenta la conflictividad en el protectorado de Marruecos. Para controlar la situación se nombra a Silvestre al frente del ejército y se inicia la ofensiva. La gran derrota del ejército español en Annual debido a la deficiente preparación del ejército español. lleva el caso al Parlamento para su investigación.
En este estado de cosas Miguel Primo de Rivera da un golpe de estado y establece un directorio militar. Alfonso XIII está en San Sebastián dándose unos baños y apestando a alguna moza vasca cuando su solaz es interrumpido por el gobierno que le pide regresar al día siguiente y le insiste para que actue contra los golpistas. El rey se niega. El 15 de Septiembre Primo hace público su manifiesto " Al país y al Ejército" en el que declara que pretende acabar con los profesionales de la política quienes han secuestrado la voluntad real y de ser responsables de todos los problemas del país. Alfonso XIII acepta y apoya el manifiesto encargando a Primo de Rivera la formación de un gobierno.

En noviembre los dos, el general y el rey visitan a Mussolini en Italia. En una comida oficial en el Palazzo Venezia conocen en persona a Mussolini.​ Primo de Rivera lanza loas hacia el dictador italiano y manifiesta sus simpatías por el régimen italiano . Llega calificar al Duce como su inspiración y maestro. El líder fascista, en comparación con el entusiasmo de Primo, efectua declaraciones más comedidas sobre España y el régimen de Primo de Rivera,​ y calificó al general gaditano como jefe del fascismo español

Años después Alfonso XIII gestionaría la llegada de 12 aviones italianos el 27 de julio de 1936 para apoyar el levantamiento de Franco.

La monarquía junto a los militares golpistas justifican el golpe de estado como la única solución para acabar con la crisis política y social. La burguesía catalana a pesar del carácter nacionalista y españolista de Primo de Rivera aceptan al general porque su miedo a revolución es mayor que su antipatía por el gobierno de Madrid.

Primo de Rivera suprime la Constitución, disuelve el parlamento y prohibe los partidos políticos mientras el orden público es militarizado y el obrerismo reprimido. Se establece un partido único. La Unión Patriótica. A pesar de la promesa de democratizar la vida municipal las elecciones no se producen nunca y los ayuntamientos acaban como apéndices de la Unión Patriótica. El Estatuto Provincial regula las diputaciones provinciales en España y disuelve la Mancomunidad de Cataluña. Los diputados provinciales son elegidos por Primo de Rivera

El General sirve lo mismo para un roto que para un "descosío", lo mismo promete acabar con el caciquismo que con los partidos de izquierda opuestos al caciquismo, lo mismo cena en Barcelona con las "fuerzas vivas" que jura que acabará con el nacionalismo.

En Marruecos, una de las grandes espinas de la crisis de la Restauración, Primo de Rivera se nombra a sí mismo Alto Comisario, máxima autoridad española del Protectorado, y pide colaboración a Fancia. En 1925 el desembarco de Alhucemas provoca la derrota de Abd el-Krim quien tras el Desastre de Annual había fundado la República del Rif en uno de los primeros movimientos anticoloniales exitosos ( aunque fuese efímero en este caso)
Se intenta hacer de la derrota de Abd-el- Krim un símbolo de patria unida contra el enemigo, pobres y ricos, nacionalistas y centralistas, monjas y anarquistas. Un disparate. La España de la Restauración ha muerto.
En 1927 el fin definitivo de la guerra lleva a España y Francia a firmar un acuerdo que fija las fronteras del Protectorado. Francia seguirá teniendo problemas, España no volverá a tener conflictos. Muchos militares destinados allí comenzarán a soñar con nombrar emperador a su caballo.

Pero esta no estamoos ya en la España de los pronunciamientos y el gobierno de Primo de Rivera tiene los días contados. Nacionalistas, republicanos, comunistas, anarquistas, incluso algunos monárquicos quieren acabar con el experimento de la dictadura.

El PSOE se pronuncia a favor de la República; intelectuales y el mundo universitario que han sufrido una férrea censura levantan su voz contra el dictador, se producen protestas estudiantiles y se crea un sindicato de carácter republicano, la Federación Universitaria Española (FUE), que es duramente reprimido. Se crea entonces la Alianza Republicana en la que entra el catalanismo de izquierdas y republicano que se distancia del catalanismo conservador de la Lliga.
La CNT es duramente reprimida y su sector más radical funda en 1927 la FAI (Federación Anarquista Ibérica)

Alfonso XIII trata de hacer una pirueta para salvarse. Se sustituye a Primo de Rivera por Berenguer
( el período de la Dictablanda) quien se compromete a celebrar elecciones y abrir el parlamento.
Berenguer, incapaz de convocar las elecciones, es sustituido por el almirante Aznar, quien inicia la convocatoria de elecciones en tres fases: municipales, provinciales y legislativas.

En abril de 1931, se celebran las elecciones municipales, con victoria republicana en las principales ciudades.




El 14 de abril de 1931 se inicia un nuevo régimen democrático cuyo reformismo pondrá en peligro el predominio político, económico y social de las clases altas, que optan por un nuevo golpe de Estado militar, origen de la Guerra Civil (1936-1939).

El 14 de abril de 1931, alrededor de las 16.30 horas, el todavía rey Alfonso XIII permanece en el Palacio Real de Madrid junto a los ministros del equipo de Gobierno del almirante Aznar. La decisión de abandonar el país ya está tomada. Esa misma noche Alfonso XIII huye de España. Primero se dirige a Cartagena en su coche deportivo de lujo y allí embarca en el buque 'príncipe Alfonso' con destino a Marsella. Nunca más volverá en vida.
La decisión de “empaquetar” al rey hacia Marsella es tomada el día antes, el lunes 13 de abril. El gobierno ha explicado a Alfonso XIII que en caso de querer batallar con las armas el resultado de las elecciones municipales del 11 de abril no podrá contar con gran parte del Ejército y de la Guardia Civil. Solo el ministro de Fomento, Juan de la Cierva y Peñafiel, defiende que el monarca debe permanecer en España. El rey, asegura, no quiere que se derrame sangre por él. Años más tarde, cuando la Guerra Civil y en una situación óptima para la victoria, Alfonso XIII olvida el pacifismo y el amor a su pueblo y apoya fervientemente al general Franco.
El rey se marcha dejando en Palacio a toda su familia. Deja atrás a su mujer y a dos hijos enfermos, entre ellos, su primogénito, el príncipe de Asturias. Su negativa a luchar es una falacia. No lucha porque no tiene apoyos. Ni Sanjurjo se compromete a sacar a sus hombres a la calle. Su personalidad verdadera la marca su amistad con Primo de Rivera y su adhesión a Franco. Alrededor de las 21.00 horas de la noche del 14 de abril Alfonso XIII abandona el Palacio Real por la puerta secreta que da a los jardines del Campo del Moro. El rey marcha delante en su coche de alta gama, un Duesemberg convertible. Le acompañan, en el automóvil, el infante Alfonso de Orleans y su ayudante Moreu. El ministro José Rivera y el duque de Miranda van detrás. Más tarde descubrirán que también les acompaña un coche patrulla de la Guardia Civil. En la calle, la República ya es festejada y la bandera roja preside el edificio de Correos.La mañana del 15 de abril, las noticias van llegando al buque donde se aloja el monarca. Para su disgusto, la República ha sido proclamada y el buque en el que parte hacia el exilio debe izar la bandera republicana.
Se retiraran todos los retratos de la familia real y símbolos de la monarquía. El buque que ha zarpado hacia Francia llamándose 'príncipe Alfonso' retorna con el de 'Libertad'. La estocada definitiva a Alfonso XIII es dada el 26 de noviembre de 1931 cuando las Cortes le acusan de alta traición y decretan que cualquier ciudadano español “podrá aprehender su persona si penetrase en territorio nacional”


La reina Victoria Eugenia y sus hijos salen de España, el día 15 de abril, en el tren de Hendaya rumbo a Francia con la escolta del director de la Guardia Civil, el general José Sanjurjo.

La familia se reuniría poco después en París aunque no hay que olvidar que la reina abandonó a Alfonso XIII y se marchó a vivir a Londres y que este continuaría fuera de España con sus líos de faldas. Su vida se desarrolló a caballo entre Suiza y la Italia de Mussolini


En esta nueva etapa de su vida, no se puede decir que le faltara dinero al depuesto monarca. En el momento de huir su fortuna superaba los 140 millones de euros, de los que un tercio se encontraba fuera del país. Con el golpe de Estado de 1936 el espíritu pacifista de Alfonso XIII ya ha desaparecido y no le importa el derramamiento de sangre. Se trata de recuperar su corona y para ello dispone de un millón de pesetas y medió para Franco e intercede ante Mussolini para que facilite armamento militar y envíe a España la aviación fascista. También su hijo Juan, padre de Juan Carlos I, muestra su apoyo a Franco en varios ocasiones e incluso le pide venir a España para luchar en la Guerra Civil. Posiblemente el exrey y su hijo pensaron que Franco restauraría la monarquía borbónica en España.

Finalmente, el 15 de enero de 1941, muy enfermo, Alfonso de Borbón abdica de sus derechos reales en su hijo Juan, y seis semanas después, el 28 de febrero, muere. Es enterrado en Roma. La dictadura decreta tres días de luto, y Franco envia una corona al funeral con el mensaje:

A S. M. el Rey Don Alfonso XIII, Francisco Franco.

La historia ha tratado de dejar al margen a los Borbones como si al irse el rey "para evitar un baño de sangre entre hermanos" hubiese desaparecido de la faz de la tierra para aparecer en la figura heroica de su nieto como salvador de la democracia.
Un interesante trabajo de la profesora titular de la Universidad Carlos III de Madrid Matilde Eiroa San Francisco sobre los años de la República y la Guerra recoge el papel de los monárquicos y su tenaz oposición a la República, contactando con la Italia fascista de Mussolini para adquirir armamento y material de guerra. Italia será el gran aliado contra el bando republicano. “Monárquicos destacados viajaron a Italia para gestiones vinculadas al derrocamiento de la República y fueron los promotores de contratos con empresas italianas para la compra de pertrechos bélicos en una cantidad más adecuada a la preparación de un golpe de estado y de una guerra que a una simple compra de material de defensa” Los monárquicos de Calvo Sotelo comprarán, el 1 de abril de 1936, suministro de material de guerra por una cantidad equivalente hoy a unos 339 millones de euros.
El general Mola ya contemplaba los contactos con los italianos de cara al golpe y que tanto la cúpula monárquica como la carlista debieron avalar las negociaciones en Roma con Mussolini.

¿Fue clave el apoyo de los Borbones y el sector monárquico en el éxito del levantamiento? Es muy posible que sin su respaldo económico y las gestiones para comprar armas, “el levantamiento se habría producido porque otros grupos también participaron en la conspiración y gestación del golpe, pero indudablemente habría sido más difícil. Sin los monárquicos alfonsinos y sus aportaciones operativas, la dinámica preparatoria de la sublevación quizá no hubiera podido contar con la preprogramación de la ayuda militar fascista”

Las buenas relaciones con la cúspide militar del régimen del Duce allanaron el camino a hacia la guerra, y una vez en la contienda, los monárquicos apoyan abiertamente el levantamiento y colaboran de forma activa en el ejército franquista. “No sólo en el plano militar, también realizaron tareas en el cuerpo diplomático, entregaron bienes y dinero y organizaron actos de propaganda en apoyo del ejército rebelde”.
Alfonso XIII, desde Roma, hizo importantes donaciones de dinero a los rebeldes de Franco. Su hijo, Juan de Borbón, entonces un veinteañero, intentó por dos veces que el Caudillo le admitiese en su ejército, aunque el dictador se negó. En general, lo que vino después fue “un apoyo continuado tanto de Alfonso XIII como de los monárquicos, la aristocracia que tanto confió en Franco y con quien colaboró hasta su victoria
La decisión de Franco de no restaurar la monarquía borbónica y la decepción de Alfonso XIII se saldó plenamente con la designación de su nieto, Juan Carlos I, como sucesor del Caudillo. La alianza de la familia real con el dictador llevó al actual rey emérito a jurar los principios del Movimiento Nacional en 1975, en la ceremonia de proclamación del rey de España en las Cortes. “Juro por Dios y sobre los Santos Evangelios cumplir y hacer cumplir las Leyes Fundamentales del Reino y guardar lealtad a los principios que informan el Movimiento Nacional”.

Los Borbones estuvieron sistemáticamente implicados en todas las regresiones democráticas desde 1814 hasta el franquismo. Siempre han estado al lado de la reacción, de las reformas conservadoras


Sobre cómo desde entonces se ha tratado de desvincular la historia reciente de los Borbones de aquellos episodios de guerra y dictadura, solo una historiografía conservadora situada en un discurso amable y conciliador con la monarquía y unas clases poderosas preocupadas por lo que viniese después de Franco pueden darnos la respuesta, porque es muy difícil justificar qué tienen que ver los Borbones con la democracia en el siglo XXI

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