miércoles, 24 de junio de 2020

¿Marxismo versus feminismo?

Leo en la página de Facebook de un compañero marxista "Menos feminismo y más lucha de clases".
Le respondo que en toda lucha de clases hay una pirámide de luchas, hay estadios intermedios y micropoderes. Si no entendemos y tratamos de entrar en dialéctica con esta complejidad  estamos compartiendo el pensamiento burgués de la inexistencia o la poco significativa presencia del patriarcado, la homofobia,  laxenofobia o el racismo y lo innecesario de sus luchas.

Recuerdo una película de Cantinflas que expresa de un modo gráfico la idea del micropoder. Un capitán del ejército en su despacho llama a su inmediato subordinado, le reprende y lo abofetea. Este hombre, pongamos un cabo, busca a un soldado. le reprende y lo abofetea. El soldado encuentra a Cantinflas que está fregando el suelo, lo reprende y lo abofetea. Cantinflás sale enfadado a la calle, encuentra una cabra y le da una patada a la cabra.

¿Dónde establecemos en este grupo la lucha de clases? ¿Entre las cabras y los capitanes generales e ignoramos toda la escala de poderes que mantiene esa superestructura?


 La sociedad en que surgió el pensamiento marxista no es la sociedad del siglo XXI, y por lo tanto aunque marxistas seguimos siendo, los tiempos requieren nuevos análisis y no podemos aplicar las mismas herramientas a períodos significativamente diferentes.
   El ecologismo, el feminismo, el pacifismo, la lucha de "los negros" son diversas luchas de los excluídos de la sociedad capitalista. Marx era un entusiasta del progreso de la sociedad industrial, en ese sentido su pensamiento se alineaba con el pensamiento burgués del progreso contínuo e ilimitado, algo que hoy se ha convertido en una pesadilla.

   En el tiempo de Marx el papel social de las mujeres estaba limitado a lo que los hombres- padres, maridos o hermanos- les permitieran, así que el hecho de no excluirlas de su idea de igualdad y libertad era un avance dentro de su filosofía. El pensamiento feminista no entiende el cambio social si se mantienen las estructuras de poder capitalista dentro de la primera célula de la sociedad: la familia. Para Marx la historia es un proceso de lucha de cases mediante la cual los seres humanos tratan de librarse de la explotación. Si consideramos que la lucha feminista es algo que obstruye, entendemos que la sociedad es un objeto único donde todos tienen los mismos intereses y la lucha debe ser una,  entonces estamos negando la misma dialéctica del marxismo.

   El marxismo antifeminista es un oxímoron, puesto que una ideología que pugna por la libertad y la igualdad no puede pretender hablar de lucha de clases ignorando  las luchas internas, y afrontándolas. El patriarcado  es el gran pilar del Capitalismo. el que domestica al obrero rebelde proporcionándole un espacio de poder, un espacio de descanso del guerrero con una criada gratis, sin la destrucción del patriarcado poco se puede avanzar y esa es la primera gran lucha del feminismo.

El Capitalismo genera divisiones internas por razas, sexo, edades. Ignorar esto es, como dije al principio, tener la visión de las clases dominantes, son ellas las que no ven  o no les interesa ver colores, ni sexos, ni edades.

No hay contradicción alguna entre feminismo y marxismo desde esta perspectiva.

Marx, por otro lado, entiende la naturaleza humana como interacción social, no como algo estático y estable. La situación de la mujer florero, envasada en una feminidad no discutida por ella misma sino impuesta por el patriarcado, choca profundamente con esa sociedad en lucha, crítica y en contínuo movimiento. La mujer que lucha en la calle y no cuida a sus hijos es considerada una mala mujer, por lo tanto la mujer si quiere luchar debe empezar contra lo básico, contra el mismo lenguaje en que patriarcado la ha encerrado. Si los compañeros de lucha la atacan también no se extrañen si se distancian y crean su propio frente.

   Marx no concebía una sociedad sin conflicto, el proceso de cambio es una combinación de teoría y práctica, del intercambio de ideas y experiencias y si los hombres se niegan a escuchar las ideas y las experiencias de las mujeres por considerar que pretenden dividir a la gran clase social obrera, están negando toda dialéctica interna. Se puede discutir con el feminismo cuanto  se quiera pero si lo que pretenden es silenciarlo porque no cabe en la caja de hierro donde el que es pequeño se estira y el que es grande se recorta, no pretendan que las mujeres se callen y se unan a su lucha con programación masculina, porque el patriarcado es entendido por el feminismo comom homónimo de Capitalismo.

Marx considera el trabajo humano como fuente de toda riqueza y denunció la opresión de la mujer en la familia capitalista burguesa, habló de la esclavitud latente en la familia y como los hombres se apropian del trabajo de la mujer. Hay una presencia latente del pensamiento feminista en la obra de Marx pero se trata de querer verlo o no, de ceñirse a prejuicios del tipo " las feministas destruyen la lucha de clases"
   
Si nos ceñimos al Marx del siglo XIX  en lo referente a la fuerza liberadora de la industria en lo referente a las mujeres - quienes podrían trabajar al requerirse menos fuerza física quedando  liberadas así del control patriarcal-  lo que la experiencia mostró que las mujeres eran peor pagadas, que al casarse se las obligaba a dejar sus profesiones y dedicarse al trabajo "gratis" del hogar generando  una nueva jerarquía opresora: el hombre tiene el poder económico en la célula familiar como el capitalista lo tiene en la industria. Este tipo de familia no fue discutido por el marxismo, las rebeliones fueron en la fábrica pero no se discutió el núcleo principal de la conformidad obrera ni el trabajo gratis. Se pacifió el trabajador porque se le dió mejor sueldo y  sirvienta. Este tipo de familia ha estado vigente hasta la actualidad en gran parte del mundo y en Europa y Estados Unidos pervive con las nuevas familias en las que la mujer colabora en la economía, casi siempre en menor grado y sigue encargándose de las labores de cuidar.

Es entonces la sirvienta de la célula de poder capitalista dentro del obrero pacificado la que se va a rebelar en el siglo XX. Eran las herramientas de la filosofía las que estaban aplicando las mujeres.

  Pero el feminismo no es un dogma religioso, y como tal tiene discusiones internas y  como feministas no apoyamos las ideas de toda mujer por el hecho de serlo, esto sería una barbaridad y una falta de conciencia social. Esta falacia es la usada por muchos hombres marxistas para entender el feminismo como el nacionalismo, como una comunidad de intereses  de ricos y pobres que ignora la pobreza o la marginalidad, siendo precisamente sus grandes luchas precisamente estas. Ninguna mujer va a salir con un cartel pidiendo que Ana Botín lidere sus luchas por ser mujer y haber conseguido un puesto en las instituciones del patriarcado siguiendo las líneas de los hombres. Ninguna mujer luchadora se siente representada por  Christine Lagarde pero igual se sienten más cerca de Irene Montero que de Pablo Iglesias. No sé si me explico.

Los marxistas preocupados por la ruptura de la lucha de clases por la irrupción del feminismo debieran primero pensar en la primera ruptura necesaria para ser una clase y es la de la división interna de la sociedad por esos micropoderes que hace que el hombre crea que es más importante que la mujer o un "negro" que un " blanco"

  

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