martes, 30 de marzo de 2021

Lenguaje inclusivo


 Dices "guasapear" "hacer spoiler" y "cederom". Escribes sms y hablas por messenger. Jodes las reglas de puntuación y de ortografía y no pasa nada. Lo ves muy natural. Sin embargo, oyes hablar de lenguaje inclusivo y te pones de los nervios, te da el ataque al corazón. Van a destruir nuestro idioma. El sacro español de la Real Academia.

Es comprensible que reacciones así porque no recibiste una educación para reflexionar y no sabes hacerlo. Desconoces el proceso.
Guasapear no ataca a nadie, un ligero escozor en la Gramática que pasa pronto. Guasapear es Capitalismo, es seguir el orden de las cosas. Es no resistirse al espíritu de los tiempos, seguir su ritmo y dejarse llevar por la gran corriente del gran río.
Pero decir todes, nosotres, vosotres, muches... es ya otra cosa. Es un ataque completo a la Gramática, una patada en las posaderas de la gran dictadora,
De nada sirve matar a Dios si seguimos creyendo en la Gramática, escribía Nietzsche.
El lenguaje inclusivo hiere a la Gramática, cuyos defensores salen alterados a decir que no , que no, que la Gramática no puede forzarse, que es aberración.
Es verdad que el lenguaje inclusivo le falta el respeto. Pero expone sus razones y cuando lo hace pone sobre la mesa una revolución total, porque hace visible lo invisible, porque habla de deconstrucción del género, y la deconstrucción del género es el cuestionamiento de la identidad y cuestionarse la identidad solo tiene un camino, que es perderla.
Imagina un mundo sin identidad, sin pertenencia, carente de lo propio...
Vértigo da.
Cuando dices nosotres somos buenes, menuda estás liando.
Todas las reacciones negativas, incluso violentas, pertenecen al camino trazado, pues no ha habido jamás una verdadera revolución, una lucha por la liberación que no hiriese a lo normal, que no molestase a lo sagrado.