jueves, 1 de octubre de 2020

¿Dónde está Nigeria?


Hace unos días un profesor fue decapitado por ejercer su derecho a mostrar caricaturas del profeta de los musulmanes. Volvió el espíritu xenofóbico de Charlie Hebdo a las calles y a la prensa de los poderosos.
Incluso el feminismo blanco comenzó a mostrar de nuevo su preocupación por el burka.
Se dijo incluso del gran lobby de poder musulmán que se estaba apoderando de Europa, pero no en el sentido de las buenas amistades de los políticos con las tiranías del petróleo, sino en relación con la gran cantidad de musulmanes pobres, aunque no se dijera con estas palabras, que quieren tener mezquitas e imanes.
Volvimos a poner en el centro el origen del verdugo, los males de su "raza" frente a esa gran conquista europea llamada "libertad de expresión", algo que no solemos hacer cuando un voksiano agrede a un menor, entonces ningún periódico avisa de la agresión de un blanco cristiano a un niño negro africano.
La historia la cuentan los ganadores y la prensa la escriben los que cuentan luego la historia.
Pero lo importante es que cuando abres las redes el tema es el maestro valiente (también temerario) y el fundamentalista enloquecido, los padres de las alumnas con ojos oscuros, profundas ojeras y turbantes pidiendo la Edad Media para la delicada e ilustrada Francia.
Nigeria es un país con más de cien millones de habitantes, el país número 17 en reservas de petróleo, por encima de la rica Noruega. Es la primera economía de África, pero con población pobre como corresponde a tener la desgracia de caer geográficamente en "el continente negro" y haber sido colonia británica. El colonialismo británico dejó su huella profunda por donde pasó, encuadrando los países en fronteras artificiales que no hicieron otra cosa que dañar los lazos entre diferentes grupos étnicos. Nigeria ha pagado con mucha sangre este dibujo en el mapa de Àfrica.
Miles de jóvenes llevan dos semanas en las calles luchando por su futuro, contra la violencia policial, contra los perros que cuidan de los amos europeos y estadounidenses; pero estas luchas tan necesarias para el futuro del planeta, no despiertan pasiones entre el europeo medio.
Más de 1.000 manifestantes, reunidos pacíficamente en Lagos, fueron dispersados la noche del martes a tiros, en medio de un toque de queda declarado de urgencia para enfrentar un movimiento popular que sigue creciendo en Nigeria.
Numerosas personas resultaron heridas, según videos difundidos en las redes sociales, por luchar por la libertad.
Eso sucede en ese mundo intransigente que tanto criticamos en Europa, pero claro, cómo vamos a hablar estos días de jóvenes que luchan por la libertad a la vez que hablamos de un tipo que cortó la cabeza a otro por hablar de libertad y cómo vamos a explicar que todos pertenecen a la misma cultura.
Eso obligaría a reflexionar sobre la complejidad de las relaciones sociales y nos sacaría del maniqueísmo de demócratas blancos, europeos, ilustrados, libres versus árabes fundamentalistas, oscuros, malvados, armados de cimitarras para cortar el cuello al librepensante occidente cristiano.
Porque si llegamos a alcanzar el pensamiento complejo y a ver las cosas desde diversos ángulos nos podemos convertimos en europeos molestos.