domingo, 9 de mayo de 2021

La conga de los idiotas



La conga es un baile popular cubano de origen africano. Su origen se remonta a las festividades que efectuaban los "negros" esclavos en el periodo de dominación colonial de España en Cuba.
Se celebraban estas fiestas en las ocasiones en que las autoridades permitían a los esclavos ciertas distracciones, generalmente en algunas fiestas señaladas.
El jolgorio en las calles contrastaba con los ordenados bailes burgueses en los salones; pero en los inicios de la república neocolonial la conga se usó como elemento de propaganda política, utilizada por los candidatos en el período pre-electoral para mover las masas populares tras sus ritmos y cantos, en los que se propugnaba su triunfo.
La conga se popularizó y comenzó a formar parte de las fiestas de "blancos" borrachos.
Una de mis peores pesadillas es que me atrapan en una conga y no puedo salir porque cuando me suelto me convierto en la cabeza de otra y el que se aferra a mi cintura no hay manera de que se suelte, aunque lo pellizque y le clave alfileres, porque al estar tan borracho no siente dolor.
Lo que escribo está influenciado por eso, quizá por eso suene tan pesimista. No lo sé.
Si hubiésemos estudiado filosofía, con minúsculas, en la escuela, desde primero de primaria sabríamos que la conga es apropiación cultural y como todos los robos de identidad está deformada hasta lo grotesco.
Si hubiésemos estudiado filosofía, obligatoria, necesaria, imprescindible, si hubiesemos aprendido a disparar todo lo existente con estas sencillas preguntas : ¿Por qué? ¿para qué? llegaríamos a la conclusión de que nos han convertido en mecanos. Pero llegar a esa conclusión sería un magnífico principio.
¡ Ah, qué maravilla! Aulas de pensamiento, de reflexión y de análisis, de cuestionamiento de todo, de descubrimiento de que la realidad eran sombras en el muro de la caverna.
Pero aprendimos la tabla cantando, las listas de los reyes para los exámenes, el ejercicio de la memoria para salir del paso y a formar parte de la conga de los idiotas.
A pensar se aprende, pero me temo que para los españoles es demasiado tarde. Somos carne de conga.
La gente sale a festejar el fin del estado de alarma, como si hubiesen estado prisioneros de las fuerzas oscuras, a emborracharse y cantar "libertad" y besar a troche y moche. Libres de los gobiernos opresoras, gritan.
Nunca la palabra libertad estuvo más desvirtuada en este país.
Soma para todos.
Bailemos, bebamos. ¡ Viva Ayuso, la reina de las congas!
Las derechas conocen los gustos más primarios de las gentes; la izquierda se empeña en los discursos racionales, no sabe ir a lo que cuenta, a las vísceras:
No vas a pagar impuestos, vas a heredar gratis, alaba a tu patrón que te da trabajo, escupe al inmigrante que te lo quita, un okupa quiere meterse en tu casa. Emborráchate los sábados y jode si te quedan energías los domingos.
Todos los intelectuales han acabado derrotados por la España de Sancho Panza. Ya no hay quijotes en esta tierra, se murieron todos.
Toda nuestra historia ha desembocado en un idiota mostrando impúdico la campanilla de su enrojecida garganta, enganchado a su conga.
Hay veces en que una también se siente derrotada, será por mi alergia a las congas. Puede ser.






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