martes, 2 de noviembre de 2021

Geología aplicada

Una de los conocimientos que me ha resultado más útil en la vida ha sido el que ha venido de la mano de mis nociones básicas, muy básicas, de Geología. 
Además  de la fascinación que provoca pensar en esos  4.500 millones de años que tiene nuestro Planeta, un tiempo tan largo que no puede ser medido en escalas históricas como años, siglos y milenios, sino que hay que recurrir a medidas como supereones, eones o eras; medidas que, no me lo pueden negar, están cargadas de poesía; además del asombro que provocan todas esas explosiones, esas tormentas, esas heladas, esas extinciones y esas regeneraciones:  el hecho de que el agua de los oceanos tenga millones de años, que nosotros vengamos de un polvo que vino encerrado en un meteorito...; además de la parte poética que ya bastaría para considerar este conocimiento como muy necesario, también ha tenido una parte prática importantísima, decisiva en mi comprensión del mundo.
  Lo de los eones es algo tan prodigioso que no me resisto a nombrarlos:
El supereón  Precámbrico fue la etapa más larga dela
historia de la Tierra (el 88 % de su existencia) y engloba los tres primero eones. Luego los eones están formados por eras geológicas.  Qué locura todos esos acontecimientos geológicos y biológicos
El eón Hadeico fue el infierno de la Tierra porque todo estaba al rojo vivo. Donde ahora está mi casa había un lago de lava. El aire era irrespirable y no había una criatura viviente.  Sucedió entre hace  casi cinco  y cuatro mil millones de año. 
Una gran colisión de la Tierra con otro objeto celeste formó la Luna. Una que no logra imaginar el estallido de la Isla de Tera, la actual Santorini, o la de Krakatoa, que fueron  unos lanzamietos de toneladas de piedra a unos cuarenta quilómetros de altura,  se queda sin palabras ante lo
que debió ser la formación de la Luna. Luego en el eón Arcaico se solidificó el núcleo interno de  la Tierra y se generó un campo magnético. Se produjo un acontecimiento llamado “bombardeo intenso tardío” que fue un bombardeo de meteoritos. Algunos sostienen que estos contenían unas partículas de sal en cuyo interior estaba el germen de la vida. Aquí surgieron las primeras moléculas de ácido ribonucleicos y las primeras formas de vida, arqueas o arqueobacterias. Al final de este eón se estabilizaron
los llamados cratones, que eran trozos  de masas continentales que han permanecido estables, pues no han sufrido procesos orogénicos, hasta nuestros días.
Durante el eón Proterozoico, andamos por los 2.500 millones de años hasta unos 500 millones la atmósfera cada vez tuvo más oxígeno, y aparecieron las primeras formas unicelulares complejas capaces de metabolizar el oxígeno y al final de este eón aparecen los primeros organismos pluricelulares, huellas de
animales vermiformes (forma de gusano), así como las primeras esponjas Durante este eón se forman distintos depósitos volcánicos
y sedimentarios y se genera un súper continente, conocido como Pangea . Al final de este eón se produce una gran glaciación a escala global, que casi termina con la vida en el planeta.

El eón Fanerozoico es el nuestro, comenzó hace 542 millones de años y llega a la actualidad. Nuestra historia desde que conocemos la escritura, dejemos de lado nuestra evolución de los primates, tiene cinco mil años...
 
 ¿Por qué ha tenido esto una utilidad práctica para mí? 
  Muy sencillo.
Está siempre presente  cuando alguien me pregunta ¿Tú no sabes con quién estás hablando, verdad?
Ya ves si lo sé...

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